Guillermo Pimentel Balderas

Diputados locales del PRD presentaron una serie de reformas al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal; así como a la Ley Orgánica y al Reglamento para el Gobierno Interior de la ALDF, a efecto de ampliar el segundo periodo ordinario de sesiones, abatir el rezago legislativo, y endurecer las sanciones a los diputados faltistas en Comisiones y Comités.

Suscribieron dicho compromiso Esthela Damián, Efraín Morales y Daniel Ordóñez, quienes plantearon eficientar el trabajo legislativo, producir el mayor número de resultados en el menor tiempo posible y maximizar los beneficios para la sociedad.

Para abatir a los legisladores faltistas, propusieron reformar la Ley Orgánica de la ALDF para que al acumular más de tres faltas sin justificación, el diputado sea dado de baja de la Comisión o Comité del que se trate, “pretendemos endurecer la sanción para el diputado faltista e independientemente de que en su primera falta injustificada le sea descontado el 50 por ciento de su dieta correspondiente al día al que faltó, a la segunda inasistencia injustificada se le descontaría el 100 por ciento y a la cuarta causaría baja”.

Aclararon que para ampliar los periodos de sesiones es necesario presentar una iniciativa toda vez que conforme al Artículo 122, apartado A fracción II de la Constitución federal que sólo la Cámara de Diputados puede modificar el Estatuto de Gobierno. Sin embargo, adelantaron que la propuesta la llevará al Congreso el diputado federal Carlos Augusto Morales.

Los perredistas recordaron que actualmente el primer periodo ordinario de sesiones en la ALDF tiene una duración de tres meses y medio, mientras que el segundo mes y medio, por ello consideraron que es necesario aumentar el tiempo del que disponen para llevar a cabo las tareas de análisis y dictaminación, por lo que resulta oportuno ampliar el segundo periodo de sesiones a efecto de armonizar los tiempos con el Congreso de la Unión.

Explicaron que con las reformas planteadas el segundo periodo de sesiones ordinarias iniciaría el 1 de febrero de cada año y podría prolongarse hasta el 30 de abril del mismo año; es decir, mes y medio más de trabajo legislativo como ocurre en el Congreso.

En cuanto a la elaboración de dictámenes, coincidieron en que el tiempo para su presentación debe ser el óptimo a efecto de evitar el rezago y posible incumplimiento de los tiempos establecidos, por lo que propusieron reducir los tiempos de las prórrogas de 60 a 45 días en el caso de los Dictámenes de Puntos de Acuerdo; y de 90 a 75 días para el caso de las iniciativas.

En caso de que se cumpla el plazo derivado de la excitativa hecha por el Presidente de la Mesa Directiva de la ALDF, la iniciativa que deba ser dictaminada será turnada al Pleno para que éste sea quien la discuta y dictamine durante la sesión. Es decir, se estaría suprimiendo el turno a la Comisión de Normatividad Legislativa, Estudios y Prácticas Parlamentarias y dando prioridad a la resolución de cualquier propuesta pendiente del Dictamen.

Coincidieron en que la eficiencia del trabajo legislativo no se mide únicamente en términos del número de propuestas que presenten los legisladores, ni cuántas de éstas se aprueban, sino también por el valor o aporte que la creación o modificación normativa implique en beneficio de la sociedad.

 “El análisis exhaustivo de cada propuesta, independientemente de si resulta o no en beneficio de la sociedad, implica la aprobación de dictámenes en el menor tiempo posible a efecto de evitar rezagos innecesarios”, puntualizaron.