La diputación permanente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), exhortó al delegado en Iztacalco, Francisco Javier Sánchez Cervantes, a que implemente un programa de erradicación de tiraderos clandestinos de residuos sólidos y rinda un informe pormenorizado al respecto.
El punto de acuerdo promovido por el diputado Erasto Ensástiga Santiago y presentado ante el pleno por la diputada Abril Trujillo Vázquez, fue considerado de urgente y obvia resolución, dado que en dicha demarcación existe un sin número de dichos tiraderos, mismos que constituyen focos de infección causando daños a la salud, contaminación del medio ambiente y deterioro de la imagen urbana.
De acuerdo con Ensástiga Santiago, diputado por el XV de Iztacalco, el problema que ocasionan estos tiraderos clandestinos en la zona, se agrava con la producción de los denominados “lixiviados” que son aquellos líquidos que se forman por la creación, arrastre y filtrado de los materiales cuyas sustancias al filtrase a los suelos o escurrirse fuera de los sitios en donde se depositan dan paso a la contaminación del suelo y el agua, cuya filtración o escurrimiento se ve favorecido en época de lluvias.
El diputado por el PRD, señaló que vecinos que habitan en los alrededores de estos tiraderos, han solicitado de manera reiterada su erradicación, argumentando en ocasiones la falta de recorridos por parte de los camiones recolectores o de “campaneo” en algunas zonas, sobre todo de las colonias Viaducto Piedad, Barrio los Reyes, Pantitlán, donde predominan estos sitios.
Ante ello, la Diputación Permanente avaló la propuesta para que las autoridades delegacionales tomen cartas en el asunto y se cumplan los criterios que al respecto contiene el Programa de Gestión Integral del manejo de Residuos Sólidos a fin de prevenir la liberación de los residuos sólidos que puedan causar daños al ambiente o a la salud humana y la transferencia de contaminantes de un medio a otro.
Asimismo solicitó que de acuerdo con la Ley de Residuos Sólidos del DF, se considere necesaria la participación de los ciudadanos al programa que se implemente al respecto, debido a la responsabilidad social y cultura cívica con la que necesariamente se encuentra vinculada la problemática de los tiraderos clandestinos de residuos sólidos.