El precandidato del PRI a jefe delegacional por Cuauhtémoc, Armando Márquez González, vaticinó que el PRD podría perder entre seis y diez delegaciones en los comicios que se celebrarán el 1 de julio próximo y por ende un importante número de diputaciones locales y federales.
Entrevistado en la sede de la fundación “Isidro Fabela”, el militante del Partido Revolucionario Institucional confío en el “efecto Peña Nieto”, al tiempo de explicar que el pésimo trabajo que han realizado las autoridades, podría dar el triunfo al PRI en varias plazas de la capital del país.
Aunque reconoció que en el PRD hay políticos respetables, Márquez González señaló que una de sus ventajas es que es oriundo de la delegación Cuauhtémoc, al tiempo de dar a conocer que tiene 25 años radicando en la colonia Santa María la Ribera y que las personas lo conocen, lo cual no sucede con los perredistas que llegan de otros puntos de la ciudad de México para gobernar delegaciones que ni siquiera conocen.
Reconoció que la candidata del PRI a la jefatura del Distrito Federal, Beatriz Paredes Rangel, es una persona de gran experiencia y trayectoria política y que sería interesante ver un debate entre ella y el resto de los aspirantes al GDF: “ella se los comería completos”, abundó el político del PRI.
El también tesorero del Sindicato Nacional de Ferrocarrileros, reconoció que el PRD tiene en estos momentos no sólo el poder político, sino el económico, lo cual le otorga enormes ventajas en las próximas elecciones, empero celebró que al interior de ese instituto no se pongan de acuerdo en cuanto al reparto de posiciones, ya que tal hecho deteriora la imagen de los que podrían ser abanderados del sol azteca.
Por otra parte, Márquez González aseguró que la ciudadanía se encuentra harta de tanta corruptela en las instituciones del Gobierno del Distrito Federal, al tiempo de indicar que programas como el Metrobús, entre otros, que han sido impuesto por el jefe de gobierno Marcelo Ebrard Casaubon, son una queja contante de la población, ya que son a toda vista impopulares.
“Basta subirse a una taxi para escuchar al conductor mencionar una cascada de quejas en contra de los funcionarios y legisladores del PRD. Ellos, los taxistas, son algo así como un termómetro político, simple y sencillamente por que son prestadores de servicios y escuchan las denuncias de los pasajeros que utilizan ese servicio. Todo los clientes se quejan de la pésima administración de Ebrard Casaubon”, afirmó el precandidato priista.
Nosotros en lo personal hemos escuchado a las personas expresar “que están arrepentidos de haber votado por el PRD”, dijo Márquez González. Añadió que los defeños quieren paz y tranquilidad y que haya fuentes de trabajo.
La ciudadanía ya no está dispuesta a dar de nueva cuenta su voto a un partido que ha incumplido tanto a nivel delegacional como de jefatura de gobierno, sin pasar por alto al pésimo trabajo de los legisladores del partido del sol azteca, concluyó Armando Márquez González.