La trascendental Reforma Constitucional del 2011 en materia de derechos humanos requiere ahora la participación activa de sociedad e instituciones para que los cambios funcionen eficazmente, afirmó la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Doctora Perla Gómez Gallardo.
Al comentar en la sede de la CDHDF el libro Reforma Constitucional en Derechos Humanos: Perspectivas y Retos, coordinado por Ricardo Sepúlveda, Jaime Rochim y José Carlos Bustamante, Gómez Gallardo reconoció que diversas instituciones han impulsado la consolidación y efectiva aplicación de la citada reforma a fin de lograr que todas las personas, sin excepción, gocen de estos derechos.
Añadió que sin embargo, y como todo proceso de transformación, la articulación integral de los cambios constitucionales y democráticos que conlleva la Reforma en Derechos Humanos, requiere de tiempo y perseverancia, pues implica generar las condiciones de transformación institucional y acciones de las autoridades en diferentes ámbitos.
Mencionó que en el campo de las y los servidores públicos, se trata de entender que el mandato de las instituciones se encuentra condicionado por un axioma que son los derechos de las personas. Expuso que resulta fundamental comprender que como sociedad tenemos que generar herramientas para fomentar la participación ciudadana y la conciencia de la exigibilidad de los derechos, para empoderar a las personas.
La Doctora Gómez Gallardo consideró que esta reforma abre oportunidades no solo para la defensa de los derechos humanos, sino para la transición hacia modelos democráticos más sólidos y que generen efectivos procesos de reparación de daños que eviten la repetición de violaciones a los derechos humanos.
Por su parte Ricardo Sepúlveda, también coautor del libro y Director General de Políticas Públicas de la SEGOB, ratificó que lo más importante ahora es que la propia Sociedad Civil se apropie, difunda y ejerza las reformas constitucionales del 2011, porque se generaron desde la ciudadanía y su aplicación efectiva permitirá empoderarla.
Recordó que la reforma pone a la persona en el Centro del Sistema Jurídico y del Estado Mexicano, toda vez que busca transformar y cambiar la vida de la gente y erradicar las injusticias que viven, consolidando a México como una sociedad de derechos.
La Maestra Tania Espinoza, directora del Centro Jurídico para los Derechos Humanos (CJDH), manifestó que esta reforma debe reflejar un nuevo rostro de México, pues los derechos humanos pasan de ser un tema de simple retórica y buenos deseos, a un ordenamiento jurídico con derechos exigibles, con cambios político-sociales, donde el ciudadano toma más poder con dignidad y una nueva relación con el Estado.
Juan Carlos Gutiérrez, profesor de la Universidad Iberoamericana, comentó que ahora la dignidad y el respeto a los derechos humanos son el centro de las condiciones jurídico-legales de las personas y es la razón de ser de un Estado democrático.