La Comisión Especial para dar seguimiento a los recursos federales destinados a la Línea 12 del Metro recibió a Marcelo Ebrard Casaubon, quien fue jefe de gobierno del Distrito Federal, y al secretario de Finanzas en su administración, Mario Delgado Carrillo, para aclarar las valoraciones del informe de trabajo que este órgano legislativo entregó al Pleno de la Cámara de Diputados el pasado martes.
En su intervención inicial, Ebrard Casaubon recordó que el 8 de julio de 2013, cuando recibió la obra, no hubo ningún reporte de irregularidades, por lo que decidió ponerla en marcha.
Dijo que los problemas de la Línea 12 se quieren atribuir a la corrupción y a irregularidades, lo que a su consideración es parte de “una intencionalidad política”. “¿Por qué una intencionalidad política? En primer lugar porque no se relacionan las supuestas irregularidades con las fallas, solo se infieren”, expuso.
Consideró también injusta la afirmación, cuando la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala todo lo contrario y para ello cuenta con los oficios de solventación expedidos por este órgano de fiscalización, mismos que no se mencionan en el informe de los legisladores.
“No hay motivo y no me parece justo que se mencione que la razón por la cual falla la obra, es por irregularidades y corrupción, cuando el órgano autónomo de fiscalización del Congreso de la Unión dice lo contrario”, subrayó.
En su exposición inicial ante los legisladores, Marcelo Ebrard aseguró que el informe está “lleno de inexactitudes y falsedades”, por lo que pidió rehacerlo, tomando en consideración la documentación completa, entre ellas las bitácoras correspondientes a la obra.
Refirió que en el informe se sostiene que no hubo comunicación entre el consorcio constructor y CAF, y que no hubo coordinación en la obra. “Debo decir que esto es falso, que están en bitácora todas las reuniones que hubo a lo largo de todo el proyecto entre todas las partes”.
Hubo, dijo, 5 mil sesiones en 24 grupos de trabajo. A esas sesiones asistieron tanto Proyecto Metro, el consorcio constructor, y la empresa que proveyó los trenes.
Afirmó que en septiembre de 2007 el equipo técnico del Metro indicó que la Línea 12 determinó que debía ser férrea, y está firmado por diversos funcionarios del Sistema de Transporte Colectivo, incluyendo al actual subdirector de Operación, y no como se destaca en el informe de la comisión especial.
Asimismo, señaló que el contrato de prestación de servicios de largo plazo para los trenes PPS, resuelto por el Metro, por el Consejo de Administración y el Comité de Adquisiciones, fue auditado por la Contaduría Mayor de Hacienda en 2011 y no se señala ninguna irregularidad.
Agregó que la construcción de la obra tuvo la certificación de un consorcio y no tiene procedimiento alguno del gobierno de la Ciudad de México que la cuestione, ni de ninguna otra instancia.
Los trenes, abundó, llevan funcionando más de dos años. “Se dice hoy que vamos a tener que cambiarles algo. Como está hecho el contrato, el diseño de los mismos está a cargo del proveedor. ¿Cuál es el error entonces, para que se proceda a corregirlo? Si se trata de un error de especificaciones hay que decirlo, para que se acorte el tiempo y esa Línea empiece a funcionar”.
“¿Qué necesitamos para que esa línea empiece a funcionar señoras y señores diputados?, menos política y más responsabilidad respecto a esto”, concluyó.