María de los Ángeles Maqueda González, de Ingeniería Civil, obtuvo el respaldo internacional sobre sus conocimientos y habilidades para desempeñar siete pruebas básicas en concreto fresco.
El American Concret Institute le otorgó la certificación en técnico de pruebas de concreto grado uno a esta destacada alumna de séptimo semestre de Ingeniería Civil, con lo que obtuvo el respaldo internacional sobre sus conocimientos y habilidades para desempeñar siete pruebas básicas en concreto fresco.
Ello abrió a la estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, la posibilidad de recibir propuestas laborales, incluso sin haber concluido sus estudios de licenciatura. “Podría ejercer con el hecho de tener mi certificación. Tuve una propuesta para trabajar, pero la rechacé porque es tiempo completo, y quiero terminar la carrera”, afirmó.
Con este tipo de pruebas, agregó, el constructor sabe que el concreto que utilizará, “tiene el aire, la temperatura y el revenimiento” indicado, lo que garantiza que no se afecta la resistencia del material, lo cual está directamente relacionado con la seguridad de la obra.
Maqueda recordó que al acudir a presentar la prueba, lo hizo junto a 15 personas más, la mayoría ingenieros civiles de otros estados, enviados por sus empresas para este proceso, por lo que afirmó “somos pocos los que tenemos la certificación y es una gran oportunidad”.
Demostró tener los conocimientos y las habilidades para la ejecución y el registro de resultados, de acuerdo con las normas de la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM, por sus siglas en inglés) en temperatura, muestreo de concreto fresco, masa unitaria y revenimiento, contenido de aire por los métodos de presión y volumétrico, así como la elaboración y curado en campo de especímenes de prueba.
Presentó un examen escrito y práctico; este último, debido a su figura delgada y menuda, fue más difícil: “Tenía que cargar ciertas cosas para hacer las pruebas y me cansé, sinceramente pensé que no iba a poder, fue difícil, tuve que repetir una prueba dos veces”. No obstante, hoy cuenta con una certificación que valida sus conocimientos hasta 2016.
En este proceso, resaltó que lo aprendido en las aulas de Acatlán fue de gran ayuda, como en el caso de “la prueba de revenimiento que se utiliza en el laboratorio”, y aseguró que participará con sus maestros de la Facultad a fin de enriquecer los manuales para resistencias de materiales, y que se apeguen más a las normas.