La UNAM conmemoró el 75 aniversario de la puesta en marcha del servicio social universitario en el país, con la entrega del Premio respectivo doctor Gustavo Baz Prada.
En el acto, el rector José Narro Robles aseguró que a lo largo de su historia, y en especial en el siglo XX, esta casa de estudios realizó aportaciones fundamentales para el desarrollo de la nación, y la práctica del servicio social es una de ellas; millones de mexicanos se han beneficiado con los programas, aunque no de manera exclusiva en el área de la salud.
Al entregar el reconocimiento e inaugurar el encuentro Intercambio de experiencias hacia la consolidación e innovación del servicio social, reafirmó el compromiso de los académicos y alumnos con los intereses de la colectividad, y las mejores causas que se pueden plantear para una sociedad como la nuestra.
La Universidad, aseguró Narro Robles, seguirá con el compromiso de consolidar la vida académica y de formar, de la mejor manera posible, en lo científico, humanístico y tecnológico, a sus estudiantes; además, reiteró, no claudicará en el compromiso y el sentido social que se debe inculcar a los jóvenes.
La realidad y la situación de los millones de mexicanos que cada año reciben atención médica, de enfermería, y de otras profesiones vinculadas al área de la salud, mediante el servicio social profesional universitario, sería todavía más dura si esta práctica no existiera.
Por ello, ésta es una de las aportaciones de la UNAM a la sociedad; se trata de una de las fórmulas con las que cotidiana y sistemáticamente la institución muestra su compromiso, recalcó el rector.
Por su parte, Ramiro Jesús Sandoval, secretario de Servicios a la Comunidad, dijo que con esta tarea la Universidad ha impulsado estrategias de desarrollo local para beneficio de colectividades, especialmente vulnerables.
A su vez, Elodia Gómez Maqueo, de la Facultad de Arquitectura, dijo que se cumple una vez más el ciclo virtuoso de la acción sostenida de la comunidad, que ha demostrado su capacidad de actuar en la solución de los grandes problemas nacionales.
En representación de los estudiantes, Celeste Cruz Avilés, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, consideró que ante la realidad que vive México, y que “lastima y golpea día a día, la Universidad, comprometida con las causas de la población, y los universitarios, conscientes de esta problemática, jugamos un papel trascendente; debemos erigirnos como actores de cambio en la sociedad”.
En la ceremonia, 188 alumnos recibieron la medalla Gustavo Baz Prada y un reconocimiento; así como sus asesores. Asistieron, entre otros, Germán Baz Gutiérrez, nieto de Gustavo Baz Prada; Eduardo Bárzana García, secretario General, y María Elisa Celis Barragán, directora General de Orientación y Servicios Educativos.