Con un sistema de bajo costo desarrollado por integrantes del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, se mide con éxito el flujo sanguíneo en cirugías de revascularización coronaria, también llamada de bypass coronario.
Se trata de un prototipo que, además, permite observar la calidad de ese flujo en tiempo real, a través de una imagen asociada con la circulación sanguínea en el bypass o puente correspondiente. “Se pueden hacer mediciones en puntos de interés del sistema cardiovascular”, explicó el responsable del proyecto, Fabián García Nocetti.
Así, los cirujanos se aseguran que la operación realizada a corazón abierto ha sido adecuada y que no hay anomalías, lo que reduce el riesgo de problemas posteriores.
En el mercado, dijo el científico, existen instrumentos para medir el flujo sanguíneo en el bypass instalado, pero son muy caros; además, utilizan sensores de vida útil corta, lo que los encarece aún más. A ello se suma que sólo proporcionan una medición cuantitativa y no cualitativa.
El prototipo de la Universidad Nacional se utiliza en el proceso transoperatorio. “Resulta importante contar con un sistema que permita valorar, en tiempo real, las condiciones del flujo en el puente colocado”, sostuvo el ex director del IIMAS.
Durante esta etapa, abundó, el médico puede visualizar el espectrograma asociado a la circulación en la arteria y, con ello, detectar posibles anomalías ocasionadas por defectos en la estructura interna de las mismas, o bien, por la sutura que implica el proceso quirúrgico.
El sistema funciona con una computadora convencional, personal, y cuenta con un software dedicado, que sincroniza el electrocardiograma con la medición del flujo que se realiza, lo que brinda al especialista elementos adicionales para conocer con exactitud las condiciones del paciente.
El detector del sistema, que se basa en el efecto Doppler, utiliza un sensor que envía una señal ultrasónica, que al incidir sobre el torrente sanguíneo genera una señal reflejada por las partículas propias de la sangre (principalmente los glóbulos rojos), que es afectada por la velocidad del flujo.
La señal resultante, asociada con la diferencia entre la frecuencia que incide y la que se refleja, es proporcional a la velocidad del flujo; esta señal es la que se adquiere, acondiciona y procesa en la computadora para generar el espectrograma correspondiente, a partir del cual se pueden cuantificar y determinar los parámetros de interés.
Asimismo, el sistema posee una base con datos del paciente, previo a la cirugía, e información de las mediciones, adquirida durante y después del proceso, para realizar diferentes tipos de análisis.
En el desarrollo de la herramienta científica han participado también expertos del Instituto de Cibernética, Matemática y Física, y del Cardiocentro del Hospital Hermanos Ameijeiras, de Cuba. En este último se ha llevado a cabo, y se continúa la evaluación del prototipo.
Hasta el momento se ha utilizado en más de 150 procedimientos quirúrgicos, en los que se han colocado 319 diferentes circuitos (porque en ocasiones se tienen que emplear dos o tres bypass) de puentes coronarios bajo diferentes condiciones y con mucho éxito.
Lo que sigue, finalizó Fabián García Nocetti, es iniciar este mismo año una colaboración con el Instituto Nacional de Cardiología, a través de la formalización de un protocolo de investigación, para que el desarrollo pueda ser incorporado en las cirugías de esta institución y de otras del sector salud.
Mientras, el grupo interdisciplinario, donde participan expertos en cómputo de alto desempeño, procesamiento de señales, diseño experimental, electrónica, computación y cirugía cardiovascular, trabaja en el perfeccionamiento del prototipo con algoritmos más complejos, y la actualización del software, para que en el futuro cercano beneficie a pacientes del sistema de salud mexicano.