1. Empieza por el ejemplo
Tú eres el modelo más importante para tu hijo. Enséñale que se pueden superar los problemas sin necesidad de refugiarse en las drogas.
2. Conoce con quién sale
Permite que invite a sus amigos a la casa cuando tú estés. Relaciónate con otros padres de familia, así podrán estar atentos y unidos para detectar a tiempo cualquier problema.
3. Educa con valores positivos hacia la vida
Cuando un hijo quiere y respeta a sus padres y ellos lo educan para que sea respetuoso, honesto, solidario, amoroso, responsable consigo mismo y con los demás, lo están ayudando a saber decir NO al consumo de drogas, a amigos o lugares que lo pongan en riesgo.
4. Motiva a tu hijo a tener amistades positivas
Facilita que se mueva en ambientes sanos, como equipos deportivos o grupos que se unan con fines culturales o de ayuda a otros.
5. Escucha a tu hijo
Comparte sus experiencias y sentimientos, sus problemas y logros. Muestra interés y evita juzgarlo o darle consejos en ese momento.
6. Fortalece su autoestima
Dile cuánto lo quieres, elogia lo que sí hace bien, antes de marcarle sus errores.
7. Habla con tu hijo sobre las drogas
Explícale que el uso y el abuso de alcohol y tabaco no son necesarios para “ser grande” o “importante” sino al contrario; dañan a las personas en todos los sentidos.
8. Enséñale a decir “NO”
Dile que piense qué pasaría si dijera que “NO” ante la presión de sus compañeros y cómo lo manejaría. Debe saber que los demás lo respetarán más si se muestra firme y seguro de lo que quiere y lo que no quiere para sí mismo.
9. Promueve que realicen actividades sanas y divertidas
Apóyalo para que actividades, como practicar deporte, tocar algún instrumento, pintar, leer, entre otras.
10. Aprende a identificar las señales de alarma
Puede haber consumo de drogas si notas que cambia de amistades y se niega a que tú las conozcas, si está rebelde y pasa mucho tiempo fuera de casa.
Siempre es bueno prevenir y por eso ve a recibir la información que necesitas para que la droga no llegue a tus hijos.