“Soy casi arquitecta; no tengo título, pues soy historiadora, pero he tenido una gran relación con esta profesión a lo largo de toda mi vida y soy muy cercana a ese gremio.
“He trabajado en esa especialidad y me he desarrollado en este campo; por ello, es un honor que me reconozcan los profesionales de la materia, a nivel internacional”, aseguró Louise Noelle Gras, especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) y ganadora del Premio Jean Tschumi 2011.
El jurado de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió conceder el Premio Jean Tschumi 2011 a Kenneth Frampton y a Louise Noelle Gras. El reconocimiento se otorga en materia de crítica y educación en arquitectura. “Es un gran gusto y honor ser distinguida en esta última categoría”.
El galardón, una medalla de oro, fue creado en 1967 en memoria de uno de los primeros presidentes de la UIA, Jean Tschumi, quien se destacó en este tipo de estudios.
Me inicié como editora de una revista especializada llamada Arquitectura México y he tenido el honor de conocer a mucha gente del área. Desde que era estudiante me interesó esta materia. No creo que sea mejor o superior a otra expresión artística, pero para mí tenía un atractivo especial. Conforme me adentré en su estudio me di cuenta de muchos de los valores que representó en el México del siglo pasado, refirió.
Además, dijo, en el contexto iberoamericano, la cultura mexicana puede definirse como una de las más ricas. Frente a muchos países de América Latina, México es y ha sido particularmente generoso y afortunado en la creación arquitectónica, pictórica, musical y literaria.
“Soy una defensora de este patrimonio arquitectónico reciente. El del siglo XX no es valorado por la sociedad, pues es parte de su cotidianidad. Se ven a las grandes obras como algo normal, nada fuera de lo común”.
Sin embargo, aclaró, especialistas y extranjeros las reconocen, al grado que la UNESCO ha nombrado espacios como Ciudad Universitaria Patrimonio de la Humanidad, algo que la coloca al mismo nivel que Chichén Itzá o Teotihuacan.
Incluso, añadió la actual presidenta de la sección mexicana del organismo Documentación y Conservación del Movimiento Moderno (DOCOMOMO), de desaparecer estas creaciones podríamos llegar a pensar que los habitantes del siglo pasado no existieron. “La pregunta es, si se conservan las pinturas, ¿por qué no hacer lo mismo con las obras arquitectónicas”.
En la postulación, dijo, se mencionó el trabajo realizado. Desde hace más de tres décadas, la UIA, agrupación de más de un millón y medio de profesionales de la materia, ha otorgado este premio, y tres más, en sus congresos trienales. Uno de ellos se enfoca a tecnología, habitabilidad, urbanismo y crítica o educación.
“El reconocimiento se me entregará en el congreso de Tokio, Japón, a realizarse en la última semana de septiembre del presente año, al igual que a mi amigo y colega Kenneth Frampton, profesor emérito de la Universidad de Columbia”.
La UNAM es mi vida
“Aquí estoy física y moralmente todo el tiempo. Soy parte ya del mobiliario. Mucho de lo que soy se lo debo a la UNAM”.
Además, agregó, el IIE ha sido un espacio de libertad. Esta institución me ha permitido trabajar con especialistas de diversas áreas, lo que me ha enriquecido a nivel académico y personal. “Tenemos un conocimiento más amplio de todo lo que somos y representamos a nivel social”.
“No podemos dejar de ser interdisciplinarios, pues no podría entender la arquitectura si no conozco su relación con la música, pintura, literatura y demás”.
La especialista del IIE disfruta asistir a presentaciones de libros, museos o escuchar a la Orquesta Filarmónica de la UNAM en la Sala Nezahualcóyotl, pues los conciertos de cámara son otra de sus pasiones.
Louise Noelle es, desde hace 20 años, miembro de la Academia de Artes. “Llega un momento en que el estudio es parte de ti, es decir, todas las expresiones se complementan y entrelazan: el arte es uno”.