En este momento, la actividad reciente del Popocatépetl no requiere la evacuación de las poblaciones aledañas. De aumentar, las autoridades tomarían las decisiones pertinentes. Las columnas de gas que emanan del volcán son notables, pero no necesariamente implican la cercanía de una erupción grande, aseguró Ana Lillian Martín del Pozzo, del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
A partir de agosto pasado, los niveles de PH de los manantiales cercanos a Don Goyo incrementaron su acidez, se registró aumento de la sismicidad volcánica y se formó un nuevo domo, que en septiembre y noviembre quedó parcialmente destruido por diversas explosiones, informó la experta.
De acuerdo con el sistema de monitoreo, los parámetros se mantienen sin cambios significativos. El semáforo de alerta continúa en amarillo, fase dos, destacó la integrante del Comité Científico Asesor del Volcán Popocatépetl, perteneciente al Sistema Nacional de Protección Civil.
Según el reporte realizado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), en coordinación con la UNAM, “se mantiene la probabilidad de los siguientes escenarios: exhalaciones moderadas, algunas con emisiones de ceniza; explosiones esporádicas de nivel bajo a moderado, con probabilidad de emisión de fragmentos incandescentes a corta distancia del cráter y leve incandescencia en el cráter del volcán, observable durante la noche”.
En su informe, que se actualiza cada 24 horas, disponible en el sitio http://www.cenapred.unam.mx/cgi-bin/popo/reportes/ultrep.cgi, la entidad recomienda continuar con el radio de seguridad de 12 kilómetros en torno al volcán, y seguir con tránsito controlado entre Santiago Xalitzintla y San Pedro Nexapa, vía Paso de Cortés.
Si presentara un aumento de actividad, recalcó la investigadora, se tomarían las medidas preventivas necesarias, incluso, si fuera el caso, la evacuación de poblaciones cercanas.
Actividad volcánica
Desde 1994 registra pequeñas erupciones. Hay periodos alternados de aumento y disminución de actividad. Incluso, en 1997 las cenizas llegaron hasta la ciudad de México, recordó. A partir del 2001, disminuyó, aunque se han presentado erupciones pequeñas en 2002, 2003 y 2005, y aumentó a partir de agosto pasado y hasta la fecha.
El nombre Popocatépetl proviene del náhuatl. Se compone con los vocablos Popoca, “que humea”, y tepetl, “montaña o monte”, significa “montaña que humea”. Es un volcán de forma cónica simétrica, unido por la parte norte con el Iztaccíhuatl, mediante un puerto montañoso a tres mil 600 metros de altura sobre el nivel del mar, conocido como Paso de Cortés.
Es la segunda montaña más alta de México, con grandes bloques de hielo en la parte superior, con una altura máxima de cinco mil 452 metros sobre el nivel del mar. Cubre un área de 500 kilómetros cuadrados y abarca los estados de Puebla, México y Morelos.
El monitoreo de su actividad comenzó en 1989. Entonces, la UNAM instaló la primera estación para ese fin en la zona de Tlamacas. En 1994, el Cenapred, en colaboración con la Universidad Nacional y otras instituciones, estableció la Red de Observación y Monitoreo para determinar en qué momento la población y las autoridades de Protección Civil deben activar las acciones correspondientes de prevención y auxilio.
Puesto en marcha en 1995, el semáforo de alerta volcánica es el mecanismo para informar sobre “los diferentes niveles de peligro que presenta la actividad”, de acuerdo a la página web del Centro.
Utiliza tres colores (verde, amarillo y rojo) para determinar el nivel de peligro para las comunidades aledañas, y las indicaciones preventivas para evitar daños graves.
Las últimas erupciones importantes del volcán ocurrieron entre el 18 de diciembre del año 2000 y el 22 de enero de 2001, lo que obligó a más de 41 mil personas a abandonar sus hogares como medida preventiva.