Llegó el momento de viajar al interior del cuerpo a través de la genómica, ciencia considerada como la puerta biológica para explorar los objetos más complejos de la naturaleza: los organismos vivos, consideró Julio Collado Vides, catedrático en bioinformática del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM con sede en Cuernavaca, Morelos.
El investigador universitario lo argumentó de manera coloquial. “El hombre ya fue a la Luna y no ha ido a conocer su genoma, así de simple. El viaje que hizo Darwin alrededor del mundo con el Beagle, ahora lo podemos iniciar a través de esta disciplina, con un nivel de análisis molecular; navegar al interior del conocimiento de cada una de las moléculas en el curso temporal de la vida en la totalidad de los organismos del planeta”, explicó.
Al especialista en bioinformática de esta casa de estudios le fue conferido el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, por sus contribuciones en este campo.
Escherichia coli
La labor reconocida con la máxima distinción que entrega el gobierno mexicano, se remonta a 1990, momento en el que especialista de origen guatemalteco, inició su tarea en la especialidad.
“Generamos a nivel mundial una nueva profesión, que se llama Trabajo de Edición del Conocimiento Genómico, una colección de resultados que han producido una herramienta para analizar la regulación genética a nivel genómico, de la célula más conocida en el planeta, que es la Escherichia coli (E. coli)”.
Escogimos esta bacteria porque en ella nació la biología molecular, además de que es la más notoria del área microbiana.
Laboratorio electrónico
El trabajo de Collado Vides consiste en recopilar los artículos publicados sobre mecanismos de regulación genética de E. coli, los que son codificados en una base de datos disponible para la comunidad científica. El conocimiento, precisó el académico, descansa actualmente en cuatro mil 500 artículos.
“Mi trabajo es la edición, generar despliegues gráficos, formas resumidas y sintéticas para describir grandes fragmentos de conocimiento. A diferencia de una red como Facebook, ésta es trazable, es decir, de cualquier aseveración que emitas, tendrás que mencionar donde está la referencia”.
Asimismo, Collado Vides subrayó que estas bases de datos generadas por la bioinformática son la plataforma de la biología de sistemas.
“Ciencia para la Diversión”
El investigador del CCG aceptó que en muchas ocasiones no es extraño que la disciplina se encuentre en cercanía con la ciencia ficción por sus posibles aplicaciones.
“Vivimos la revolución tecnológica de la transferencia de información, en paralelo con la genómica. Lo que podemos hacer en esto de la Science for fun (Ciencia para la diversión), es que estamos ya en posibilidad de percibir el comportamiento de nuestro cuerpo con nuevos aparatos de detección molecular”.
Esto, en combinación de la informática y la biología, sustenta lo que el especialista llama Life on line (Vida en línea), sobre la que construyó un escenario hipotético. “Imaginemos una pareja que mira el atardecer, pero conectados con sus chips e intercambio del sentir de sus moléculas en un nivel que pueden decirse mucho más sin palabras en tiempo real”.
Todo ello será posible por la capacidad de diálogo que puedan entablar las moléculas, con la tecnología de percepción, a través de postgenomas con chips o aparatos de sensibilidad.
Trayectoria
Marcado por la lectura preparatoriana de “La Lógica de lo Viviente”, donde Francois Jacob hace referencia a la biología molecular, además del ejemplo indeleble de sus padres dedicados a la medicina, Julio Collado se percibió recipiendario del legado para ir más allá de lo convencional.
Así realizó sus estudios profesionales en la UNAM, como licenciado en Investigación Médica Básica, Fisicoquímica, y un posterior doctorado en Biomedicina, donde además es uno de los precursores de las ciencias genómicas y ex presidente fundador de la Sociedad Mexicana de la especialidad; también, cuenta con reconocimientos nacionales e internacionales.
“Nací en Guatemala, pero la UNAM es más mi hogar, mi identidad que la noción de cualquier país; me hice mexicano y me hubiera gustado que dijeran que nací en Michoacán, porque me encanta ese estado. La Universidad es la institución más importante de la nación, y es un lugar donde podemos establecer compromisos transgeneracionales: los viejos maestros que me educaron, son ahora colegas, y a la vez, nosotros hacemos lo mismo con los jóvenes”, concluyó.