El doctor João Carlos Costa dos Anjos es un pionero en el área de la física experimental de altas energías y en el desarrollo de grupos de investigación en Latinoamérica, y desde hace dos décadas ha impulsado una intensa colaboración entre físicos de Brasil, su país, y México.
La calidad de su trabajo de investigación, asi como su fructífera relación con grupos de investigación mexicanos, han avalado la propuesta para su ingreso a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) como Miembro Correspondiente. La ceremonia en la que se llevará a cabo su incorporación oficial, se realizará este jueves 11 de octubre en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Sinaloa.
En el marco de esa ceremonia, João Costa dos Anjos dictará la conferencia: “Oscilaciones de neutrinos en reactores nucleares”, que forma parte de las ponencias magistrales del Primer Congreso Internacional de Física, Matemáticas y Electrónica con el que la mencionada Facultad celebra su 30 aniversario.
Miguel Ángel Pérez Angón, miembro de la AMC y anfitrión de Costa dos Anjos en la Academia, aseguró que la idea de invitar al especialista brasileño a formar parte de la membresía de la AMC surgió porque se trata de un científico muy productivo y un excelente formador de estudiantes.
“Un requisito que establece la AMC para aceptar a Miembros Correspondientes es que la colaboración con las instituciones mexicanas debe ser intensa. La mayoría de los 92 investigadores de esta categoría en la Academia son de primer mundo, incluso teniendo una gran colaboración con Latinoamericana. El currículum de João fue aceptado de manera natural”, explicó.
Pérez Angón, investigador del Departamento de Física del Cinvestav, recordó que hace tres décadas ni en Brasil ni en México había física experimental de altas energías. “Fue el doctor Leon M. Lederman, Premio Nobel de Física 1976 y entonces director del Fermilab –el laboratorio donde está el segundo acelerador de partículas más potente del mundo - quien quiso impulsar la física experimental ya que en ese entonces todos eran físicos teóricos”.
Conviene recordar que el Primer Simposio Panamericano de Partículas Elementales y Tecnología se celebró en Cocoyoc, Morelos, en enero de 1982 bajo el patrocinio de Lederman. El principal objetivo de este simposio fue impulsar la creación de nuevos grupos de investigación en Latinoamérica en el área de la física experimental de altas energías.
En su estancia sabática en Fermilab, João Costa conoció a los primeros físicos mexicanos que en aquel entonces también empezaban a trabajar en los experimentos que se realizaban en ese laboratorio: Clicerio Avilés Valdés y Gerardo Moreno López, del Instituto de Física de la Universidad de Guadalajara, y Antonio Morelos Pineda, de la Universidad de San Luis Potosí.
Ese contacto –continuó Pérez Angón- marcó el inicio de colaboración en los mismos experimentos y el intercambio entre investigadores mexicanos y brasileños.
João Carlos Costa dos Anjos, originario de Belo Horizonte, obtuvo su doctorado en física teórica en la Universidad de Paris VII en 1977 y actualmente es investigador titular del Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas en Río de Janeiro. Tuvo bajo su responsabilidad la dirección de este Centro en el periodo 2000-2004. También ha sido director adjunto del Centro Latinoamericano de Física (CLAF), con sede en Río de Janeiro, que ha impulsado las actividades de colaboración científica entre los grupos de investigación latinoamericanos.
El físico brasileño tiene más de 160 artículos originales de investigación, varios de ellos en colaboración con investigadores mexicanos, en el área de la física experimental de altas energías, los cuales han generado más de cinco mil citas en la literatura científica. En el rubro de formación de recursos humanos, ha dirigido seis tesis y estancias posdoctorales de investigadores mexicanos.
En opinión de Pérez Angón lo que es muy importante es que los investigadores brasileños comenzaron a aportar en estas colaboraciones la parte de construcción de equipo, lo que no ocurrió en México hasta recientemente.
“Gerardo Herrera Corral –investigador del Cinvestav- es el colaborador más cercano de João y con él se superó por primera vez a los brasileños con la aportación que se hizo al proyecto ALICE del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) hace una década, y eso no lo habíamos hecho los mexicanos, lo que representa un punto significativo en la colaboración de João con grupos mexicanos”.
Miguel Ángel Pérez Angón destacó que entre los resultados obtenidos en estas colaboraciones se han logrado importantes repercusiones en áreas cercanas. Por ejemplo, en física médica para diagnóstico y terapia se usan los detectores que se construyen en física experimental de altas energías, esa aportación tecnológica –dijo- no se hubiera dado si no se hubiesen involucrado estas grandes contribuciones.
Igualmente resaltó el surgimiento de otras áreas de colaboración como la de astropartículas. La combinación de astronomía, astrofísica y la física de detectores de partículas, como se ve en los observatorios de Argentina o México, ya que toda la tecnología que se utiliza para detectar rayos gamma o partículas de rayos cósmicos es en altas energías.
El investigador del Cinvestav también se dijo complacido de que en todo este tiempo además, se hayan podido formar en México tres generaciones de físicos experimentales, un proceso que tardó 18 años, siendo la suya, la primera generación.