La primera escuela de veterinaria en el continente americano fue la ahora Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM. Nació el 17 de agosto de 1853 por decreto presidencial de Antonio López de Santa Anna, y desde entonces, se ha distinguido por ser una de las mejores a nivel mundial. Aquí se forman veterinarios zootecnistas dentro de los más estrictos estándares de calidad.
Actualmente, cuenta con la Acreditación completa del Consejo Sobre Educación (COE), de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, hasta 2018, por cumplir con los máximos niveles para desarrollar sus labores de docencia, investigación y extensión de la cultura, así como por su excelencia en la formación de alumnos.
De las más de 40 instituciones de educación superior que imparten esta carrera en el país, sólo 17 están acreditadas por el Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria, y la FMVZ es una de ellas. “Somos la facultad de esta especialidad más grande de México y una de las 44 mejores escuelas de medicina veterinaria a nivel mundial”, refirió Francisco José Trigo Tavera, director de la entidad.
Con los años, añadió, ha diversificado sus ramas de enseñanza y hoy en día abarca especialidades en aves, conejos, cerdos, équidos, pequeñas especies, producción animal, parasitología, organismos acuáticos, farmacología, genética, medicina preventiva, reproducción, rumiantes e inmunología, entre otras.
Al hablar con motivo del Día del Médico Veterinario Zootecnista, que se celebra este 17 de agosto, señaló que el profesional tiene un amplio campo laboral, porque no sólo se dedica al cuidado de especies de compañía o para consumo, también la sociedad le ha encomendado cuidar la calidad e inocuidad de los alimentos de origen animal, desde cuestiones relacionadas con la genética y la producción, hasta su sacrificio en los rastros.
“Otro campo importante en el que intervenimos es la salud pública, porque hay enfermedades que se transmiten del animal al hombre, conocidas como zoonosis y es el caso de la rabia, la tuberculosis o la brucelosis, que da origen a la fiebre de malta”, detalló.
Entonces, abundó, el médico veterinario labora en programas sanitarios a nivel federal, estatal y municipal, para detectar y atacar esos padecimientos.
Asimismo, “tenemos injerencia en programas de conservación de fauna silvestre y del medio ambiente. Por ejemplo, tener un establo con 100 ó 200 vacas genera gran cantidad de estiércol todos los días, que no se puede desechar en las orillas de las carreteras como antes; nosotros tenemos que pensar qué hacer con esos desechos para reintegrarlo al ciclo biológico”, refirió el especialista en patología animal.
Entonces, recalcó, han crecido las responsabilidades y estamos preparados para atender las demandas sociales.
Un poco de historia
Trigo Tavera comentó que este año se celebran 250 años de enseñanza de la medicina veterinaria a nivel mundial en instituciones de educación superior. En Francia, el 4 de agosto de 1761, Luis XV firmó el decreto respectivo.
Esto no significa que antes no hubiera tratamientos, pero esa labor se aprendía como un oficio; se denominaba albéitar y se dedicaba básicamente al cuidado de los caballos, relató.
“En el momento que fue fundada nuestra escuela, en 1853, el principal interés de la sociedad era que el veterinario tratara a sus equinos, porque eran vehículo de transporte y elementos de trabajo; también se usaban para la guerra, y por muchos años fueron un símbolo de estatus entre la nobleza”, agregó.
En México, comentó, la carrera de médico veterinario se orientó inicialmente a esa función, pero alrededor de 1940 los planes de estudio se ampliaron, para enfocarse a la producción de animales y la zootecnia. Después, se incorporaron los perros y los gatos, porque empezaron a convivir estrechamente con los humanos.
“Por años, nuestra escuela fue la única en el continente; después, en 1862 nació la segunda, en Welfare, Canadá, y 1879, una más en Iowa State, en Estados Unidos”.
Retos y oportunidades
En suma, subrayó, los alumnos de la FMVZ se forman en un plan exigente, y al egresar son los mejores, por lo que consiguen empleos en sitios donde requieren de profesionistas de alta calidad.
Por ello, nos preocupa la proliferación de escuelas donde se imparte esta disciplina, porque deben cubrir ciertos estándares y ajustar su oferta académica a la demanda del campo laboral, mencionó.
“El Día del Médico Veterinario Zootecnista se celebra en México el día en que fue fundada nuestra escuela, y podemos asegurar que hoy somos un gremio organizado, y en esta fecha se reúnen sus respectivos colegios para analizar diversos temas de esta trascendente labor”, concluyó.