Ni el frío ni la lluvia incesante desvanecieron la emoción de los 191 estudiantes de bachillerato que comenzaron este lunes su participación en la XXIV Olimpiada Nacional de Química (ONQ), que se celebra a partir de hoy y hasta el próximo jueves en Guadalajara, Jalisco.
Momentos antes de comenzar la larga serie de exámenes teóricos programados para la primera jornada del concurso, Mauricio Castro, director de la ONQ, encabezó la sencilla y breve ceremonia de inauguración y ante los presentes resaltó la magnífica trayectoria que ha tenido este certamen que organiza anualmente la Academia Mexicana de Ciencias (AMC):
“Son 24 años ya de tener muchas expectativas y muchas esperanzas, que hoy están depositadas en ustedes. Ya conocen el estupendo camino que ha tenido la olimpiada y cómo nuestros alumnos han visitado muchos países y cosechado varias medallas de oro, de plata, de bronce y menciones honoríficas. Recuerden que todas esas historias empezaron aquí, donde están ustedes, como uno más de los alumnos que todavía no sospechábamos que se iban a convertir en los nuevos representantes de México y en los campeones nacionales. Eso es lo que a nosotros nos llena de satisfacción”.
En el acto, celebrado en Villa La Primavera, también participaron el delegado del estado anfitrión, Gabriel Palacios Rueda, quien dio la bienvenida a todos los asistentes, y al comité organizador, encabezado por Antonia Dosal, y diez integrantes más.
“No me cabe la menor duda de que para todos los miembros del comité organizador, quienes no reciben salario, pueda compensar la satisfacción de ver a gran cantidad de jóvenes compitiendo, gracias sin duda a la gran labor de sus delegados que superan las dificultades a las que se enfrentan para hacer que ustedes, alumnos, puedan estar aquí”, reconoció Castro.
Al finalizar la cálida ceremonia, los jóvenes se despidieron efusivamente de sus delegados para comenzar los tres exámenes teóricos, cada uno con duración de entre una hora y media y tres horas, a partir de los cuales se seleccionarán a 120 estudiantes que pasarán a la fase experimental, a celebrarse el próximo miércoles en las instalaciones de la Universidad de Guadalajara. Mañana martes todos los participantes realizarán el examen internacional, con duración de cinco horas, y servirá como un elementó más para definir al grupo que recibirá entrenamiento para competir en los certámenes internacionales.
Una pasión que continúa
Entre los asistentes destacó la presencia de Elihú Ortiz Cadena, quien compitió en la ONQ del año 2000 y en la Olimpiada Internacional en Copenhague, Dinamarca, donde se adjudicó una presea de bronce. Estudió la licenciatura en matemáticas, la maestría en matemáticas puras y física en el Cimat de Guanajuato y ahora cursa el doctorado en astrofísica como parte de una colaboración entre la Universidad de Guadalajara, la UNAM y la Universidad de Londres.
Después de 15 años de su participación en la ONQ, Elihú no ha perdido interés en el certamen de la AMC pues asegura que esta experiencia fue un parteaguas en su vida al convencerlo de su pasión por la ciencia y de que quería dedicarse a ella; está confiado de que así también sucederá con los nuevos estudiantes que hoy se enfrentarán a las más exigentes pruebas en química, razón por la cual quiso integrarse al comité organizador de la delegación de Guadalajara para apoyar en la logística.
Respecto al nivel de dificultad de las pruebas, comentó: “La preparatoria es otro mundo respecto al nivel que tienen los exámenes de la Olimpiada, hay preguntas tan complicadas que involucrarían conocimientos de maestría o doctorado. El nivel internacional también es otra cosa. Hace poco realicé unos cálculos y estoy seguro que entre el 85% y 90% de los estudiantes ya egresados de la carrera de química no pasarían estas pruebas”.
Elihú aseguró que para resolverlas no basta con la memorización del conocimiento, “aquí no gana el que sabe más sino aquel que utiliza el conocimiento de manera ingeniosas.
“En el examen internacional, por ejemplo, hay problemas cuyos planteamientos toman dos cuartillas, entonces los chicos deben sintetizar bien la información, distinguir entre lo que sirve y lo que no para poder resolverlo. Requieren tener un pensamiento crítico, analítico, numérico, no se trata solo de hacer cálculos monótonos siguiendo las fórmulas. Los conocimientos son estándares pero aquí se encuentran ante una manera diferente de plantear problemas, en situaciones de la vida real que involucran a la química en las que deben poner sus conocimientos a prueba”.
Admitió que el simple hecho de que los jóvenes estudiantes estén en esta ONQ ya habla de sus cualidades y su potencial en el campo científico, “son chicos muy autodidactas, que han aprendido cosas muy elevadas para su edad”.
Dijo que quien quiera competir a nivel internacional y visitar otro país, debe ser muy dedicado. “Yo hacía ciclismo cuando era niño y llegué a ir a competencias panamericanas, esa experiencia me sirvió al llegar a un certamen académico porque sabía que, así como en el deporte, las pruebas no serían fáciles y que se requiere perseverancia para superarlas”.
El comité organizador de la ONQ lo integran, además de los directores Mauricio Castro y Antonia Dosal; Adelina Pasos, Mercedes Llanos, José Manuel Méndez, Ramiro Domínguez, Fernando León, Armando Marín, Gloria Pérez, Patricia Elizalde, Octavio Reyes y Juan Carlos Hernández.