A unos meses de que se cumplan tres décadas de la Guerra de las Malvinas, integrantes del denominado Grupo Mexicano de Solidaridad con las islas Malvinas, hicieron un llamado para concluir este caso de “colonialismo decimonónico”, y que se cumplan las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que Gran Bretaña se siente a negociar este asunto con Argentina.
El grupo se conforma, a título personal, por el rector de la UNAM, José Narro Robles; el presidente de El Colegio de México, Javier Garciadiego, y los ex cancilleres Fernando Solana Morales, Jorge Castañeda y Rosario Green.
Narro Robles dijo que no es posible, hoy día, por un lado, pronunciarse a favor de la defensa de los derechos de los seres humanos, llegar a acuerdos para mejorar las condiciones de vida de las personas y, al mismo tiempo, empeñarse en traer al siglo XXI acciones y actitudes del XIX. “Eso nos tiene que mover a la reflexión y preocupar enormemente”.
Al participar en la disertación sobre la “Cuestión Malvinas”, organizada por el Grupo, esta casa de estudios, y la embajada de Argentina en México, consideró que en una institución en la que se cultiva el conocimiento, la pluralidad, la tolerancia, el diálogo y el debate informado y responsable, lo que se puede hacer es animar al país sudamericano y al Reino Unido, para que cumplan lo dispuesto por la ONU.
En el Aula Magna del Instituto de Investigaciones Filológicas, aseguró que si geográfica y poblacionalmente el tema de las Malvinas es pequeño (cuenta con 11 mil 400 kilómetros cuadrados, y entre dos mil y tres mil habitantes), desde el punto de vista de los principios fundamentales, es un asunto que debe ser abordado con altura de miras, con la capacidad y la inteligencia que se espera en el momento que se enfrenta un problema en el que los principios fundamentales están en juego.
Ante embajadores de Paraguay, Uruguay, Guatemala y Jamaica, explicó que en este grupo, configurado de forma voluntaria y a título personal, “pero en el que sentimos que las comunidades que representamos nos exigirían si se les pudiera preguntar, tenemos que dar pasos concretos, hacer cosas que acerquen, ayuden y contribuyan a buscar una solución racional”.
Jorge Argüello, representante permanente de Argentina ante la ONU, coincidió en que éste es un caso de colonialismo decimonónico, que ha tenido la capacidad de sobrevivir en pleno siglo XXI. La razón que tuvo la Corona Británica para ocupar las islas, es la misma de hoy día: tener un pie en las aguas del Atlántico Sur por razones estratégicas.
Al respecto, Patricia Vaca Narvaja, embajadora de Argentina en México, pidió trabajar de manera conjunta para que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas. “Se trata de una causa irrenunciable, serena y pacífica, decisión del pueblo y del gobierno argentino, para reivindicar nuestros legítimos derechos”.
Por su parte, el ex canciller Fernando Solana Morales, doctor honoris causa de la UNAM, resaltó que la solidaridad anímica, espiritual, cultural y política de América Latina con Argentina en el caso de las Malvinas, no está a discusión. “Tenemos que abrirnos a una realidad nueva en todos sentidos, y que el Reino Unido reaccione ante esta situación”.
A nombre de los colegas mexicanos y argentinos de El Colegio de México, Javier Garciadiego ratificó la postura y el deseo de que las Malvinas vuelvan pacíficamente a la soberanía argentina.