Expertos en diversas disciplinas coincidieron en la necesidad de integrar una Red Nacional de Conservación de Libros Antiguos, vinculada con la Asociación Mexicana de Micología Médica, en el marco del Coloquio para la Caracterización y Tratamiento de Hongos en Libros de Fondo Antiguo.
Es fundamental unir esfuerzos, por la relación entre condiciones deficientes de almacenaje, con proliferación de hongos causantes de diversas enfermedades, advirtieron en el encuentro organizado por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Respecto a la conservación de las obras, restauradores y especialistas en archivos bibliográficos destacaron los beneficios del uso de funguicidas basados en la semilla de toronja, además de los que se aplican mediante nebulizadores.
Repercusiones en la salud
Elva Bazán Mora, de la Facultad de Medicina (FM) de esta casa de estudios, refirió que los hongos provocan anafilaxia, que repercute principalmente en los pulmones, y asma bronquial, con reacción inmediata grave, pues se bloquean los bronquios; esto puede causar rinitis alérgica o la muerte.
La experta del Departamento de Microbiología y Parasitología de la entidad universitaria, explicó que los parásitos actúan en la segunda ocasión que tienen contacto con la persona; en la primera, en la que se instalan, no ocasionan mayores repercusiones.
A su vez, José Luis Osorio Juárez, del Archivo General del Consejo de la Judicatura Federal, presentó los resultados de la investigación Detección de hongos causantes de biodeterioro en los archivos del Consejo de la Judicatura Federal, realizada con apoyo de la FM.
Fueron descubiertas 94 plagas distintas, con 119 colonias, en los espacios de Archivo General, Archivo Histórico, Archivo de Concentración, Centro de Atención de Documentos, Área de Limpieza y Desinfección, Área de Resguardo Temporal y Digitalización.
Esta cifra, explicó, es mínima en comparación con las mil 271 colonias encontradas en el Almacén General. Algunos de los organismos encontrados pertenecen a los géneros Penicillium, Cladosporium, Aspergillus y Alternaria, entre otros.
Estas especies pueden provocar hipersensibilidad alérgica, pues son capaces de producir toxinas patógenas. Por eso es importante utilizar equipo de protección, como batas, cubrebocas, guantes, y si se va a trabajar por un tiempo prolongado, cofia y protección en los ojos, recomendó.
En su oportunidad, Juana Oropeza Esquivel y María Eugenia Pérez Juárez, egresadas de Cuautitlán, presentaron un estudio sobre los hongos del medio ambiente, asociados a obras de arte en el Museo Nacional del Virreinato. Se realizó en 17 salas del espacio y en cuatro piezas: Cristo de Caña, Escritorio de madera, Silla de cuero y Misal de coro.
De las revisadas, fueron las Bodegas de Pintura A y B las más contaminadas; además, los organismos encontrados en los espacios coincidieron con los hallados en las obras de arte.
Procesos de restauración
La utilización de fungicidas basados en la semilla de toronja, además de los que se aplican mediante nebulizadores, resultan la mejor opción para contrarrestar los efectos en libros de fondos antiguos de los siglos XVI al XIX, afirmó Ricardo Paquini Vega, de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) de esta casa de estudios.
En la ponencia Medidas preventivas y correctivas para el tratamiento de los libros afectados por hongos. El caso del Fondo Antiguo de la Biblioteca Central de la UNAM, destacó las ventajas de este tipo de tratamientos, que además de su efectividad, son de bajo costo y no afectan al ambiente.
El fungicida citricidin, que se obtiene de la semilla referida, ha resultado muy benéfico, pues las colecciones sometidas a este compuesto permanecen estables.
Se diluye en alcohol y se aplica mediante la técnica de hisopo directamente en el sitio donde estuvo la colonia. La única desventaja es que se mantiene la huella donde estuvieron estos hongos, pero ya no siguen activos.
Otra de las técnicas de conservación y restauración es la nebulización, que recurre a los aparatos que utilizan los enfermos de asma, detalló el restaurador del Fondo Antiguo y Colecciones Especiales.
Condiciones óptimas
María Elena García Salgado, de Bibliotecas y Hemerotecas de la FES Cuautitlán, destacó que la preservación de libros se divide en prevención y reparación.
Las condiciones ambientales adecuadas para un acervo bibliográfico deben oscilar entre los 16 y 19 grados centígrados, y una humedad de entre 45 y 60 por ciento. El recinto debe contar con elementos de seguridad, estructura apropiada que proteja el material de la luz natural, piso firme, techo sin fisuras, óptimas condiciones de iluminación, tuberías adecuadas y expulsores de aire acondicionado.