Preparar a nuevas generaciones de científicos para entender, caracterizar, manipular y explotar las características de la materia a nano escala (un nanómetro es equivalente a la millonésima parte de un milímetro) para desarrollar nuevas tecnologías, es el objetivo de la licenciatura en Nanotecnología de la UNAM, una apuesta por la ciencia multidisciplinaria del siglo XXI.
Esta carrera, multidisciplinaria de origen y que inició en 2011 con un equilibrio de materias teóricas y prácticas, fue diseñada por académicos del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de esta casa de estudios.
Entre sus proyectos de investigación está el diseño de materiales con características específicas; hacer síntesis y caracterización de nanomateriales; desarrollar catalizadores para acelerar las reacciones químicas (útiles para mejorar la calidad del petróleo o la eficiencia de un motor, por ejemplo) y biosensores, así como investigar posibles formas de administración gradual y localizada de fármacos con mayor eficiencia y menos efectos adversos, entre otros.
Se imparte en aulas y laboratorios del CNyN, ubicado en Ensenada, Baja California. Impulsa la formación integral de los alumnos a partir de una base sólida de conocimientos de física, matemáticas, química, biología y computación, a la que se añaden materias que analizan el impacto social y ambiental de futuros desarrollos tecnológicos, explicó Laura Viana Castrillón, doctora en física, coordinadora de la carrera e investigadora de la entidad universitaria.
Conforme avanzan los semestres, también hay clases de diseño en ingeniería, análisis económico, elaboración de proyectos, relaciones laborales, ética, liderazgo empresarial, desarrollo sostenible, así como cursos de español e inglés, dirigidos a exponer y redactar temas técnicos y científicos. “Nos gusta porque brinda a los estudiantes una formación integral amplia e interesante, con tres áreas de profundización”, añadió.
En la segunda fase (del quinto al octavo semestre) el alumno elige uno de los tres ejes temáticos: biotecnología (con más bases de biología), tecnología ambiental (orientado a química) o nanoestructuras (donde predomina la física).
Joven y horizontal
“La licenciatura comenzó hace tres años, este semestre inició cursos la tercera generación (con dos grupos que suman 33 jóvenes) y en total tenemos 50 alumnos; los de la primera generación estudian el quinto de ocho semestres. La idea central es preparar científicos en esta nueva rama de la ciencia, que tiene gran importancia para la investigación y el desarrollo de tecnología”, detalló.
Es interesante y amplia, por lo que los futuros egresados podrán dedicarse a la investigación o incorporarse a la industria. “Saldrán capacitados para iniciar un posgrado si quieren seguir por el camino de la investigación o para insertarse directamente en la industria, sea en áreas de biotecnología (como la farmacéutica), de catálisis (para la remediación de agua y suelos, por ejemplo), en la agricultura, en la industria alimenticia e, incluso, en la de cosméticos”, añadió Viana.
Una de las ventajas, consideró, es que el alumno egresará con conocimientos y habilidades que le permiten moverse horizontalmente para integrarse a grupos de trabajo multidisciplinarios, con una base común.
“Me hubiera encantado cursar esta licenciatura porque soy una persona con intereses amplios en la ciencia. Antiguamente las carreras eran muy especializadas y ésta tiene una base científica amplia y muchas herramientas que permiten entender mejor la naturaleza”, comentó la física, que imparte materias de termodinámica y física estadística.
Para ingresar a ella es necesario que los aspirantes hayan estudiado las áreas uno (físico-matemáticas) o dos (químico-biológicas) en la preparatoria.
“Deben solicitar ingreso a cualquier carrera de las áreas I ó II y, a la par, participar en el concurso de selección con nosotros. Cada año se abre una convocatoria en abril en la página de la licenciatura, se hacen exámenes adicionales (de matemáticas, español e inglés, y de física o de química y biología, a escoger); a los mejores calificados se les aplica una entrevista y a partir de ahí los elegimos. La prueba es independiente del pase reglamentado o del examen de ingreso a la UNAM y si no logran entrar, pueden inscribirse en la licenciatura a la que originalmente solicitaron ingreso”, concluyó.