Al presentar a la comunidad académica del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), parte de una investigación sobre física de fluidos, Daniela Narezo Guzmán, egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, adelantó que este trabajo podría mejorar el desplazamiento de embarcaciones de gran calado y reducir los costos del desplazamiento del transporte marítimo mercante.
Se trata del estudio denominado La deformabilidad de las burbujas es crucial para la reducción significativa de la resistencia en un flujo Taylor-Couette turbulento y con burbujas, que la egresada desarrolló en la Universidad de Twente, Países Bajos, para obtener el grado de maestría.
Con la asesoría de Chao Sun y Dennis van Gils, quienes forman parte de un grupo mundialmente reconocido por sus aportaciones a la física de fluidos experimental, coordinado por Detlef Lohse, la universitaria tuvo acceso a uno de los laboratorios mejor equipados de su tipo, donde experimentó con un sistema de fluidos conocido como Taylor-Couette.
“Durante las tres últimas décadas se han llevado a cabo diversos trabajos numéricos, experimentales y teóricos sobre el mecanismo que hay detrás del desplazamiento de un objeto en un flujo turbulento, bajo ciertas circunstancias, que reduce la velocidad del mismo en movimiento por la presencia de burbujas”, explicó Narezo Guzmán.
Desde su punto de vista, es importante avanzar en esta línea de trabajo debido a su relevancia en aplicaciones navales.
El estudio de Narezo Guzmán, tiene como antecedente, parte de las conclusiones a las que llegó un grupo de investigadores japoneses, que en el año 2000 inyectó burbujas debajo de un barco, después de una serie de pruebas de laboratorio y que derivó en una reducción a la resistencia en el desplazamiento.
“Si esta tecnología se pudiera aplicar de manera masiva, se lograría, entre otras ventajas, un consumo menor de gasolina. Para dar una idea de la relevancia de esta posible aplicación, debe considerarse que en 2009, el 25 por ciento de la carga mundial se transportó por barco, lo que indica que tendría grandes ventajas”.
La investigadora, midió la reducción de la resistencia con un flujo Taylor-Couette, aparato que consta de dos cilindros concéntricos que pueden rotar uno independientemente del otro. Entre los cilindros se deposita un líquido que, en este caso, fue agua para todos los experimentos.
Tras detallar mediante fórmulas el comportamiento de las burbujas en condiciones de temperatura, velocidad y resistencia, expuso que “la reducción de resistencia neta es mayor, según sea mayor la concentración de gas”.
La presentación se hizo en el marco del seminario permanente del CCADET. En esta ocasión fue organizada por Pablo Luis Rendón, jefe del Laboratorio de Acústica y Vibraciones de dicho centro.