Con la subvención, trabajará durante los próximos dos años en el laboratorio de David Baker, investigador de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, y líder en el campo del diseño de proteínas con más y nuevas funciones, de las que actualmente se registran en los seres vivos.
Silva Manzano es egresado de la licenciatura en Investigación Biomédica Básica de la Facultad Medicina (FM), y del doctorado en Ciencias Bioquímicas, de esa misma entidad y de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM; además, colaboró en el Departamento de Bioquímica de la FM.
El especialista en estructura molecular de las proteínas, explicó que cada año, durante dos, la fundación Pew Charitable Trusts donará los recursos para pagar parte de su salario posdoctoral.
Además, los beneficiados se reúnen cada año para exponer y discutir los avances en los trabajos de investigación. Al finalizar, se ofrece la posibilidad de un bono, destinado a cubrir parte de los gastos para iniciar un grupo de investigación independiente en una institución académica.
Si bien es por dos años, cabe la posibilidad, si se requiere, de extenderla uno más, previo acuerdo con el asesor y la Fundación Pew. En mi caso, la “utilizaré para cubrir mi manutención en Seattle, mientras dure mi estancia en el laboratorio de David Baker”.
Silva explicó que en los últimos 15 años ese laboratorio ha desarrollado una plataforma teórica-computacional, llamada Rosetta, que sirve para el estudio y diseño de la estructura y función de las proteínas. Esta herramienta computacional es muy poderosa, pero aún está en desarrollo y existe mucho por mejorar o implementar, como su eficiencia para generar diseños funcionales, que hoy es muy baja.
Por ello, recalcó, “mi trabajo consistirá en mejorar la capacidad de diseño de Rosetta, mediante la incorporación de información proveniente de simulaciones computacionales de la dinámica molecular de las proteínas”.
Con la subvención, el universitario espera avances en su preparación académica. Mi formación científica temprana fue experimental, sin embargo, gracias a Alejandro Sosa, de la FM, desde mi tesis de licenciatura desvié mi atención hacia los estudios teórico-computacionales de la estructura de las referidas macromoléculas de aminoácidos.
“Debido a esta combinación, pude apreciar que en la mayoría de los casos hay un hueco enorme en la manera como investigadores teóricos y experimentales abordan los mismos problemas. De hecho, hay escepticismo de algunos grupos experimentales que piensan que los estudios teóricos de las proteínas son muy tempranos, y que no hay la posibilidad de conciliarlos con los observables experimentales”.
El laboratorio de Baker es uno de los pocos en los que la combinación teórico-experimental se ha dado de manera exitosa desde hace varios años. “En esta estancia espero consolidar mis conocimientos para generar avances científicos que permitan reducir esa brecha”.
Al recibir la beca, Silva Manzano consideró que la UNAM es, para muchos de sus alumnos y ex alumnos, una segunda casa, donde esa búsqueda insaciable por el conocimiento encuentra alimento.
“Me ofreció la oportunidad única de formarme profesionalmente sin pedirme nada a cambio, a excepción de mi compromiso. Me proporcionó maestros excepcionales, un ambiente rico en cultura, y me acercó a compañeros con intereses afines, con quienes pude aprender y crecer. Los recursos que puso a mi alcance fueron invaluables y siempre de primer nivel”, concluyó.