Cerca de cumplir 33 años y con una exitosa trayectoria, el programa pionero de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Domingos en la Ciencia, encaminado a difundir el conocimiento científico entre los niños y jóvenes, va más allá de una actividad lúdica pues tiene una función mucho más trascendental: impactar en la comprensión del mundo que tienen las personas para que puedan tomar decisiones informadas sobre los asuntos en su vida que más les interesan como su salud, seguridad y su economía, por ejemplo, destacó su director, Raymundo Cea.
Es por esta razón, que durante la XV Reunión de coordinadores de Domingos en la Ciencia, realizada en Puerto Vallarta, Jalisco del 10 al 12 de junio, se abordó el tema de cómo se puede mejorar para alcanzar el objetivo. Los participantes en el encuentro, los encargados de las 41 sedes distribuidas en el país, su director, y su coordinadora, Margarita Pimienta, se comprometieron con una serie de acuerdos tras tres días de trabajos.
Uno de estos consiste en buscar un mayor acercamiento con las comunidades rurales y marginadas. “Las comunidades urbanas, mal o bien, tienen un contexto muy escolarizado en el que las charlas científicas son relativamente de fácil acceso, pero las otras comunidades de las que hablamos tienen un contexto muy aislado y nosotros podemos ayudar a ampliar su visión a través de las pláticas”, comentó Cea.
Por otro lado, agregó, la labor del programa es de suma importancia si se considera un fenómeno reciente: hace décadas había un desconocimiento de la ciencia, de quiénes la hacen y qué hacen, pero hoy circulan en los medios de comunicación muchas informaciones, algunas que son falsedades y charlatanerías, de ahí la importancia de tener charlas de divulgación de la ciencia de calidad que ayuden a la gente a saber discernir entre una información y otra.
De esta manera, Domingos en la Ciencia no solo busca despertar vocaciones científicas, aglutinar a las familias en torno a la ciencia, hacer comunidad, divulgar los beneficios del quehacer científico, mostrar a los investigadores como personas normales con vidas como las de cualquiera otra, sino también, eliminar mitos científicos.
Otro de los objetivos fundamentales del programa consiste, además de impactar en la audiencia, también hacerlo en los ponentes, quienes son seleccionados de un padrón por los coordinadores, la mayoría de las veces, siguiendo los temas en los que trabaja el conferencista y que considera de interés para el público.
En este sentido, tanto la AMC como la sede en la que se imparten las pláticas hacen posible que el ponente viaje hasta el lugar donde se hace la invitación, de tal forma que un científico radicado en Yucatán puede viajar a Hidalgo, por ejemplo, a compartir sus conocimientos sobre su especialidad. Los coordinadores de las sedes son quienes reciben a los ponentes y los asisten durante la charla y a lo largo de su estancia en la sede.
Por eso, sostuvo Raymundo Cea frente a los coordinadores reunidos, que es muy importante que conozcan su institución, tanto en sus quehaceres como físicamente y que lleven al científico a conocer la ciudad donde vive la gente, no solo a la parte turística. “Comprométanse a que el conferencista conozca la realidad nacional. Una virtud del programa es que permite que el académico se dé cuenta que el país es mucho más grande que su propia institución”.
Una parte importante de los objetivos es que el científico invitado a dar la conferencia incremente su conocimiento sobre las necesidades de la población que visita, y con ello, sobre la realidad nacional para posibilitarlo a que enfoque su investigación hacia soluciones para los problemas que enfrenta la sociedad y para que reflexione sobre su quehacer científico.
Relacionado con esto, los coordinadores plantearon que la presencia de los científicos en cierta localidad se aproveche al máximo, tanto ofreciendo charlas como promoviendo y facilitando su participación en entrevistas de radio y televisión locales, incluso buscando colaboraciones académicas con investigadores de la región.
Otros de sus compromisos fue invitar a un mayor número de miembros de la AMC y buscar incrementar las charlas en el área de ciencias sociales y humanidades. Vinculado con esto, se hizo el propósito de depurar el padrón de conferencistas con el que actualmente cuenta el programa, pues tras varias décadas de existencia la lista ha crecido considerablemente y no todos los que la conforman están activos, siguen interesados en seguir participando pero no tienen ya las habilidades para presentar un charla de divulgación, entre otras problemáticas.
Asimismo, los coordinadores se comprometieron a recabar información básica sobre la charla, desde el número y perfil de los asistentes hasta la calidad de la misma. “Es muy importe que reconozcan cuáles son en verdad conferencias- espectáculo para que se puedan recomendar y llevar a otras sedes, aunque hay que estar abiertos a otros formatos de charla pero siempre asegurándose de su buena calidad”, solicitó Raymundo Cea.
La próxima reunión de coordinadores se realizará en la sede de Ciudad Juárez, Chihuahua, a cargo de Blas García Flores.