Felices, con la sonrisa a flor de piel por los resultados obtenidos, regresaron los cuatro integrantes del equipo mexicano que representaron a nuestro país en la 17 Olimpiada Iberoamericana de Química, en Santa Fe, Argentina, donde ganaron dos medallas de oro, una de plata y una de bronce.
El largo viaje de regreso desde América del Sur no menguó el ánimo del grupo, por el contrario, los jóvenes estudiantes mostraron orgullosos las medallas conquistadas a su llegada a la capital del país, desde donde partieron cada uno a sus respectivos lugares de origen. El concurso al que acudió la delegación mexicana reunió a 57 jóvenes de educación media superior de 16 países de Iberoamérica, que previamente ganaron su lugar luego de cubrir una serie de eliminatorias a nivel local.
Con estos resultados, México suma 15 medallas de oro, 31 de plata y 20 de bronce en este concurso.
Antonia Dosal, coordinadora nacional de la Olimpiada Nacional de Química (ONQ), de la Academia Mexicana de Ciencias, expresó su satisfacción porque los jóvenes “superaron las expectativas.
Profesores y representantes de otras delegaciones estaban sorprendidos de lo bien que contestaron los mexicanos, y eso es muy agradable, porque la competencia es de un alto nivel”.
Para dos de nuestros representantes en Argentina, José Manuel Valdovinos, de Michoacán, y Carlos Galindo, de Morelos, esta participación fue una despedida, ya que al cumplir con la edad requerida cerraron un ciclo en la ONQ, de la que obtuvieron –dijeron- no solo conocimientos, sino también crecimiento personal.
“Vengo y me voy muy feliz. Esperaba una medalla y pensé ¿por qué no la de oro? Esta fue mi última asistencia y quise cerrar bien. Me sorprendió mucho el resultado que obtuve en la prueba experimental, fue de lo mejor”, mencionó Valdovinos, ganador del oro y quien recién inició sus estudios en Ingeniería Química en la UAM Iztapalapa.
En tanto, Carlos Galindo dijo que la medalla de plata que logró es muy meritoria. “Estoy muy satisfecho con el resultado. Fui a Argentina con la expectativa de tener una buena experiencia en el extranjero y traerme una presea. Para mí, la plata me sabe a oro porque fue un gran esfuerzo el que hice para llegar hasta donde llegué. Participé tres veces a nivel nacional y fue hasta la tercera ocasión que me gané un lugar en la selección. Esta es una buena forma de despedirme de las olimpiadas, ya cumplí mi edad y mi ciclo”.
Añadió que tuvo un crecimiento espectacular a partir de esta olimpiada que organiza la Academia Mexicana de Ciencias, a nivel personal y familiar, “porque de cierta forma pude demostrarle a mis padres que podía ser responsable y demostrarme a mí mismo que podía lograr grandes cosas”.
Mientras que para los otros dos de los integrantes del equipo, el michoacano Arturo Martínez, ganador de la segunda medalla de oro, y el sinaloense Julio Gaxiola, que logró el mejor bronce de la competencia, la experiencia de concursar en la Olimpiada Nacional de Química apenas comienza, pues a sus 17 y 16 años de edad, respectivamente, aún les queda camino por recorrer, y por lo pronto, disfrutan de sus primeros triunfos.
“Estoy muy contento con esta medalla porque es lo que me propuse, pero no sabía si lo iba a lograr. En la premiación, conforme pasaban las menciones de medallas de bronce y luego las de plata mi emoción aumentaba porque sabía que iba rumbo a las de oro. Cuando fui por mi medalla, lo hice corriendo mostrando la bandera de mi país, realmente me sentía muy orgulloso”.
Ahora el estudiante de La Salle de Morelia se ha propuesto integrar de nuevo el equipo mexicano para ir el próximo año a la 45 Olimpiada Internacional de Química en Moscú, Rusia. “Ese es mi nuevo reto, me voy a esforzar y buscaré el apoyo de los maestros para alcanzar ese propósito”.
Julio Gaxiola, el “benjamín” de la delegación, mencionó que el bronce que obtuvo en la competencia argentina le vino bien. “Apenas voy empezando y puedo repetir los dos próximos años, así que tengo un gran futuro”.
Me di cuenta que pude –dijo- pero también tengo que estudiar más ya que el siguiente reto es grande y es calificar a la próxima internacional. “Ahora hay más compromiso, porque como ya estuve preseleccionado debo esforzarme, ya que se supone que nosotros ahora somos los de la experiencia”, dijo el alumno de 16 años de la Unidad Académica Preparatoria Guamúchil, en Sinaloa.