Por Guillermo Pimentel Balderas

La jornada dominical de la consulta ciudadana sobre los recursos del Presupuesto Participativo 2013, al parecer fue un fracaso, pues al cerrarse las mesas receptoras -17:00 horas—la asistencia fue casi nula y hubo ciudadanos que ni siquiera sabían de éste ejercicio democrático.

Según autoridades del IEDF, se dispuso de alrededor de 600 mil boletas, y que después de la consulta ciudadana sesionaría la comisión de Participación Ciudadana del IEDF, para dar a conocer el balance final de este ejercicio electoral.

En tanto, el diputado federal del PAN, Fernando Rodríguez Doval, lamentó la desinformación  que es el sello que ha distinguido esta jornada, ya que en la votación electrónica y en la víspera de la apertura de las mesas, en diferentes puntos de la ciudad, un importante número de ciudadanos no sabía que habria elecciones, y de los que tienen conocimiento, la mayoría no supo cuáles son los proyectos a considerar.

Recordó que de acuerdo con lo establecido en la Ley de Participación Ciudadana del DF, tres por ciento del presupuesto que se autoriza anualmente a cada delegación política deberá destinarse a los proyectos que sus habitantes decidan.

Rodríguez Doval lamentó que en una ciudad que se dice de “vanguardia” se pretenda que los recursos del presupuesto participativo pasen desapercibidos entre la población, pues es para decidir en qué proyectos se invertirán más de 704 millones de pesos.

El Secretario de la Comisión del Distrito Federal en la Cámara de Diputados, consideró que los 15 mil 581 votos electrónico registrados en cuatro días, en una ciudad que se dice de “vanguardia” y en la que según las autoridades locales se ha logrado incrementar el acceso a la información a través de las nuevas tecnologías, no pueden considerarse un éxito.

El también ex diputado local comentó que en la Ciudad de México el tema de los recursos y la manipulación u opacidad para ejercerlos, por parte de las administraciones perredistas no es novedad, y que en este sentido es una mala señal que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, facultada para convocar masivamente a la ciudadanía al voto, se haya limitado a realizar esporádicos llamados que no llegaron con éxito a la población.