El final soñado era ver a Peyton Manning levantar el Trofeo Lombardi para completar la temporada más grande de la historia. Lamentablemente para él, nadie le informó a los Seattle Seahawks.
El equipo de Pete Carroll aprovechó una actuación plagada de errores de los Denver Broncos para imponerse 43 a 8, con lo que el equipo que no tenía un solo jugador con experiencia en el Super Bowl se erigió con su primer campeonato y terminó con la temporada de ensueño del campeón de la AFC.
Todo el mundo esperaba que la defensiva de los Seahawks fuera tan imponente como es ya costumbre, pero nadie esperaba que el ataque épico de Denver se ahogara a sí mismo con errores. La debacle para los de naranja comenzó en la primera jugada del partido cuando Manny Ramírez centro antes de lo esperado, con el ovoide volando por encima de la cabeza del Más Valioso de 2014. Knoshon Moreno recuperó el balón en su zona de anotación para un safety, la anotación más rápida de la historia tras solo 12 segundos.
La confianza pareció escapar por completo a los Broncos, que no consiguieron un primero y diez sino hasta bien entrado el segundo cuarto. Seattle logró adentrarse dos veces profundo en el territorio de Broncos, pero solo logró goles de campo. Eso cambió tras el segundo error de Manning, un pase que el veterano lanzó muy por encima de Julius Thomas y que cayó cómodamente en las manos de Kam Chancelor. La fatigada defensiva no soportó más y permitió a Marshawn Lynch entrar a las diagonales para poner el marcador 15 a 0 a mediados del segundo cuarto. Cuando Manning y los Broncos parecían por fin echar a andar un ataque una excelente presión de Cliff Avril llevó a una intercepción de Malcolm Smith, devuelta 69 yardas hasta las diagonales para poner la cuesta muy arriba para los locales administrativos.
Los Broncos solo podían esperar que el largo medio tiempo del Super Bowl sirviera para corregir el camino en busca del regreso más grande de la historia de la NFL. Esa esperanza recibió un duro golpe cuando Percy Harvin, jugando apenas en su segundo partido de la temporada, devolvió la patada de salida de la segunda mitad 87 yardas para sacar el aire por completo a Denver. Para terminar por completo con las ambiciones del equipo con la mejor ofensiva de la historia. Cuando una vez más los Broncos parecían armar una buena serie ofensiva Demaryius Thomas atrapó un pase que llevó 23 yardas antes de perder el ovoide, que recuperó en otra jugada estelar Malcolm Smith. Russell Wilson hizo pagar a Denver completando tres de cuatro culminando con un touchdown de 23 yardas a Jermaine Kearse. Los Broncos rompieron el cero al final del tercer cuarto para preservar la dignidad, pero Wilson puso los números finales con su segundo touchdown, a Doug Baldwin.
El partido no fue ni remotamente tan disparejo como indicó el marcador, al menos estadísticamente, pero fueron los viejos adagios los que se hicieron patentes una vez más. Los Broncos consiguieron 341 yardas contra las 306 de Seattle y empataron con 18 primeros y diez, pero sus tres entregas de balón, con todas ellas culminando en las diagonales para 21 puntos, y el safety, fueron la diferencia. ¿Otro cliché? La defensiva gana campeonatos. Cada vez que Manning parecía entrar en un ritmo, la defensiva los desmantelaba con una jugada grande.
Wilson, por su parte, hizo lo necesario. El joven mariscal nunca fue imprudente ni intentó hacer más de lo necesario. La selección de tercera ronda completó 18 de 25 para 206 yardas y un rating de 123.1. En comparación, Manning completó 34, record para el Super Bowl, de 29 para 280 yardas, un touchdown y dos intercepciones para un rating de 73.5.
El equipo de Pete Carroll se va así con su primer título en una temporada perfecta, si bien menos mediática que la de los Broncos. Al César lo que es del César: los Seahawks fueron uno de los mejores equipos en temporada regular y, tras pasar sustos ante los New Orleans Saints, se apropió de MetLife Stadium para llevarse el Lombardi. Para los Broncos solo queda preguntarse lo que pudo haber sido y, claro, la pregunta en la mente de todo el mundo de la NFL: ¿Tendrá el gran Peyton Manning una oportunidad más?