La defensiva de los Seattle Seahawks fue dominante, poderosa, abrumadora, mostrada y ascendente. Ustedes elijan un adjetivo. La defensiva de los Seahawks destruyó a la ofensiva históricamente potente de los Denver Broncos en un triunfo 43 a 8 en el Super Bowl XLVIII.

Sin embargo, solo uno de ellos podía ganar el premio al Jugador Más Valioso.

Los votantes eligieron al apoyador Malcolm Smith para que representara a la defensiva de los Seahawks.

El cuerpo de apoyadores de Seattle se vio beneficiado por una presión al mariscal dominante y torturó a Peyton Manning toda la noche.

Smith se aprovechó, haciendo varias jugadas enormes. El jugador de tercer año regresó una intercepción para touchdown y recuperó un balón suelto. También añadió nueve tackleos como parte de la imparable defensiva de Seattle.

El joven entró a la alineación titular en la semana 15 para reemplazar al subvaluado K.J. Wright y los Seahawks no perdieron ni un paso. La capacidad de Smith de cubrir en espacio y tacklear es representativa de la profundidad y tenacidad de Seattle.

En el Super Bowl XLVIII Smith estuvo en el momento adecuado en el lugar adecuado con una intercepción a Manning que devolvió 69 yardas para un “pick six”.

Smith ganó el premio al JMV, pero entiende que este fue un dominio de todo el equipo.