En promedio de la última década, México ha tenido un ratio de inversión sobre PIB más de cinco puntos mayor que el de Brasil (24.6% vs 18.0%), aunque sin alcanzar niveles de países que a veces se consideran referencia como Corea del Sur (29.4% en el mismo periodo).
Con todo, el nivel de inversión en México es ciertamente apreciable para un país que no tiene la tasa de ahorro doméstico de un emergente asiático ni ha obtenido ahorro del sector externo en magnitud relevante.
La tasa de ahorro nacional en México es del 23.6% del PIB frente al
17.3% de Brasil en promedio de 2001 a 2011, lo que supone una clara limitación sin apelación al ahorro externo para al aumento de la inversión.
El consumo, tanto del sector público como del sector privado tiene un mayor peso en Brasil, favorecido también por un mayor acceso al crédito bancario, tanto del ofrecido por el sistema bancario privado como por el público.
Como se observa en el gráfico adjunto, el crédito del sector bancario doméstico supera el 50% del PIB en Brasil, cerca de 30 pp más que en México, con una brecha en el crédito concedido por parte de la banca pública mayor que en el caso de la banca de propiedad privada.
La mayor penetración del crédito bancario en Brasil resulta del impulso continuado de políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de otorgamiento de crédito y den acceso al sistema bancario de grupos de población habitualmente con menor acceso. Productos como los créditos consignados, que se descuentan de los pagos de nómina, y las cuentas simplificadas, tienen que ver con el desarrollo mencionado. Además, el impulso del crédito se intensifica con el mayor crecimiento de la economía brasileña en la última década.