En épocas en las que se requieren opciones de crédito o financiamiento para completar el gasto o pagar deudas, como es el tiempo del regreso a clases, CONDUSEF te recomienda tomar en cuenta lo siguiente:

Evita acudir con entidades de dudosa reputación, que sin acreditarse debidamente de manera “fácil y rápida” te ofrecen algún crédito y que dé inicio te piden algún anticipo.

Verifica que la empresa con la que requieras operar, esté debidamente registrada, si es empresa financiera consulta www.condusef.gob.mx, si es una empresa comercial que ofrezca servicios de tipo financieros (empeño, autofinanciamiento…etc.), consulta a la PROFECO.

En caso de que tengas problemas con el pago de tus deudas, acude en primera instancia directamente con tu acreedor (entidad que te dio el crédito, banco, sotol, sofom, o cualquiera otra entidad que haya originado el crédito, sindicato, fondo, empresa…etc.) y busca directamente alternativas para redocumentar las condiciones de pago de la deuda que tengas.

Evita dar tu información a cualquiera que se diga tu “asesor” que te va a “solucionar” tus problemas, ya que puede haber gente no autorizada que en lugar de propiciarte soluciones, puedan ocasionarte mayores problemas.

Si tienes problemas con tu historial crediticio, recuerda que nadie puede “arreglar” o modificar la información que aparezca en tu reporte de Buró de Crédito o Círculo de Crédito. Existen empresas y/o páginas de Internet que, mediante el pago de una cantidad te ofrece “arreglar” tu buró de crédito. Eso no es factible.

Para la solución de problemas crediticios, se deberá regular en México la figura de las Reparadoras de Crédito. Una Reparadora de Crédito es un tercero, entre el deudor y el acreedor, que puede ofrecer  alternativas o apoyos para liquidar o renegociar tus deudas. Existen en México opciones de empresas como Resuelve tu deuda, Deuda fin, o Renace (Reparadora Nacional de Crédito) que ofrecen ese tipo de servicios o apoyo para la gente con deudas, mismas que si bien están identificadas y en operación, no existe a la fecha un marco legal para regular su operación.

En otros países existen leyes para las Reparadoras de Crédito, en México aún no existen disposiciones legales en ese sentido. El problema es que esa ausencia de regulación puede ocasionar mayores afectaciones para la gente que enfrente insolvencia para el pago de sus deudas en la medida en que ante  la presión por enfrentar diversos compromisos de pago, la gente acuda con empresas que ni siquiera se acreditan (domicilios, registros, etc.), ofrecen esquemas de ayuda poco claros e incluso piden anticipos, aspectos que en suma resultan contraproducentes para el usuario deudor.