La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido mantener en 4.5 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, informó la institución en un comunicado de prensa.

Añadió que los indicadores oportunos apuntan a que la actividad económica global continuó debilitándose durante los últimos meses. En la zona del euro, persiste la retroalimentación negativa entre el deterioro de la actividad económica, la vulnerabilidad de los bancos y la dificultad de acceso de algunos gobiernos a los mercados de deuda soberana, exacerbando el riesgo de contagio.

Ante ello, las autoridades europeas adoptaron una serie de medidas para fortalecer la integración financiera y fiscal de la zona, así como la efectividad de los mecanismos de apoyo regionales. Si bien estas medidas han proporcionado un alivio temporal a los mercados financieros, prevalece una gran incertidumbre acerca de su implementación y efectividad.

En Estados Unidos el crecimiento de la producción industrial y de los principales componentes de la demanda agregada se ha moderado, a la vez que la recuperación del empleo no ha logrado consolidarse. Adicionalmente, persiste incertidumbre acerca del tamaño del ajuste fiscal que podría aplicarse en 2013 y el efecto que pudiera tener sobre el dinamismo de dicha economía.

En gran parte de los países emergentes el ritmo de crecimiento de la actividad económica ha continuado desacelerándose. De lo anterior se deriva que los riesgos a la baja para el crecimiento económico mundial se han intensificado.

En congruencia con el menor ritmo de actividad económica a nivel mundial, y el concomitante descenso de los precios internacionales de las materias primas, con excepción de algunos granos por razones climáticas, en la mayoría de los países se anticipan niveles de inflación en 2012 y 2013 menores que los registrados en 2011 y muy bajos en el caso de las economías avanzadas.

De ahí que en estas últimas y en un gran número de las emergentes ha tenido lugar un relajamiento de la postura monetaria. Incluso, es probable que en varias economías de ambos grupos se adopten posturas monetarias aún más acomodaticias en los siguientes meses, llevándolas a un nivel de laxitud sin precedente.

La actividad económica en México ha continuado mostrando una tendencia positiva. El sector externo, en particular las exportaciones manufactureras, han mantenido su dinamismo. Por su parte, la demanda interna sigue presentando un desempeño favorable, si bien algunos indicadores han registrado una ligera desaceleración.

La brecha del producto prácticamente se ha cerrado, situándose en niveles cercanos a cero. Aun así, no se perciben presiones sobre los precios en los mercados de insumos, como el laboral y el crediticio, ni sobre las cuentas externas.

En cuanto al balance de riesgos para el crecimiento de la economía mexicana, se considera que continuó deteriorándose como reflejo de la intensificación de los riesgos a la baja para la economía mundial.

La inflación general anual en México mostró un repunte en junio. Esto fue consecuencia, primordialmente, de la mayor incidencia del subíndice de precios no subyacente como resultado del aumento en el precio relativo de un grupo reducido de hortalizas, cuyo efecto sobre la inflación se anticipa será de carácter transitorio.

No obstante, la inflación subyacente anual permaneció estable conforme a lo anticipado. La inflación anual del subíndice subyacente de los servicios, que es la que mejor refleja los determinantes domésticos que afectan a la inflación, se mantuvo en niveles bajos e, inclusive, en junio revirtió parte del aumento que había registrado en los meses anteriores.

Dentro del subíndice de precios subyacente sigue observándose un aumento en el precio relativo de las mercancías respecto del de los servicios, en congruencia con los ajustes cambiarios que tuvieron lugar en los meses previos.

Se prevé que los ajustes de precios relativos referidos no propiciarán efectos de segundo orden en el proceso de formación de precios en la economía, permaneciendo las expectativas de inflación ancladas. Entre los factores que han contribuido a este desempeño de la inflación y sus expectativas se encuentran una tendencia descendente de los costos unitarios de la mano de obra y mayores niveles de competencia en algunos sectores.

Además, en las últimas semanas, se ha revertido parte de la depreciación de la moneda nacional que tuvo lugar en abril y mayo pasados.

Es de esperar que si se reduce la incertidumbre en los mercados financieros internacionales el peso siga mostrando una tendencia congruente con los sólidos fundamentos de la economía mexicana. Por todo lo anterior, se anticipa que hacia finales de 2012 y durante 2013 las inflaciones general y subyacente sean congruentes con la evolución esperada publicada en el último Informe sobre la Inflación.

En cuanto al balance de riesgos para la inflación, en el corto plazo se han incrementado los riesgos al alza asociados al desempeño de los precios de los productos agropecuarios en respuesta a una epidemia y factores climáticos.

Sin embargo, se considera que en el mediano plazo los riesgos a la baja se han intensificado como reflejo de una mayor posibilidad de un severo debilitamiento de la economía mundial.

A partir de lo anterior, la Junta de Gobierno considera que la postura actual de la política monetaria es conducente a alcanzar el objetivo permanente de inflación de 3 por ciento, por lo que ha decidido mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día.

Hacia adelante, la Junta se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación, dado que el comportamiento de estos podría hacer aconsejable ajustar la postura de política monetaria para hacerla más o menos restrictiva dependiendo del escenario que se presente. En cualquier caso se procurará en todo momento la convergencia de la inflación a su objetivo permanente de 3 por ciento.