El mundo de las acciones ha incrementado su presencia en la escena financiera mundial ante la volatilidad que experimentan los mercados internacionales.
Los movimientos en los mercados bursátiles pueden afectar a parte de la población, tengan o no una inversión en la Bolsa, ya que su comportamiento puede provocar variaciones en las tasas de interés, el tipo de cambio, la inversión, el empleo y el crecimiento.
Datos a junio de 2011 de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores muestran que en México hay aproximadamente 200 mil personas que invierten directamente en bolsa y otros 2 millones de clientes que invierten a través de Sociedades de Inversión, sin tomar en cuenta los millones de trabajadores que tienen parte de sus ahorros para el retiro en las Afores, donde una porción se invierte en acciones.
La bolsa históricamente ha probado ser una buena inversión en el largo plazo. Si decides comprar acciones, es recomendable que no inviertas dinero que tengas comprometido en el corto plazo (menos de un año), ya que en caso de que requieras venderlas con la bolsa a la baja, tendrás perdidas.
No existen opciones de inversión bursátil con rendimientos garantizados. Puedes ganar o perder.
Cuando desees invertir, evita dejarte llevar por especulaciones o rumores de café. Si quieres comprar valores hazlo con instituciones reconocidas y supervisadas por autoridades financieras (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y registradas en la Bolsa Mexicana de Valores. Pídeles información a profesionales de las casas de bolsa o bancos que te permita conocer a detalle los riesgos de los valores qué te ofrezcan o quieras comprar.
Los rendimientos históricos de una acción o sociedad de inversión, no garantizan rendimientos futuros. Analiza la viabilidad de los instrumentos en que inviertas, independientemente de que se promuevan como aquellos que fueron los más redituables en años anteriores.
Debes entender cómo funciona el instrumento en qué desees invertir. No te quedes con dudas, pregunta.