El agua utilizada en las fuentes bailarinas del Monumento a la Revolución, que son deleite, diversión y pasatiempo de niños, adolescentes, estudiantes que acuden a visitarlas y jugar con ella, es totalmente limpia, potabilizada para evitar que su contacto produzca enfermedades epidérmicas, oculares o digestivas, garantiza la Autoridad del Espacio Público, organismos dependiente de la Seduvi.

Su brotamiento es seguro pues en sus cisternas  se aplican una serie de productos que desinfectan y sanean el líquido. Diariamente se trabaja en el filtrado portátil de las fuentes, y tres veces por semana se suministra cloro y un producto efectivo en la eliminación, proliferación o crecimiento de hongos y algas en el agua,  que además de mantenerla limpia, evita enfermedades infecciosas al público.

La AEP explicó que desde diciembre pasado, se da mantenimiento mayor al mecanismo de las fuentes centrales y en las ubicadas en los patios 2 y 3, que operan de manera normal y son lavadas dos veces por semana.

Estas acciones de sanidad no sólo buscan desinfectar las fuentes, sino al vertirles otros compuestos químicos eliminan la proliferación de algas en cisternas y fuentes.

Entre otras tareas, se desazolvaron los drenes perimetrales y se trabaja en los instalados en patios; se supervisaron  instalaciones eléctricas y de iluminación que controlan el circuito de luminarias vehiculares tipo paraguas; se eliminaron conexiones que pudieran ocasionar cortocircuito.

La regeneración de áreas verdes en la Plaza de la República, andadores y glorieta, tiene cubierto 65 por ciento con el sembrado de dedo moro (Lampranthus), una planta que destaca por su belleza, fácil cuidado y nobleza con el clima citadino.

El mantenimiento de la Plaza forma parte de los trabajos que lleva a cabo el Gobierno de la Ciudad de México para reforzar el compromiso de la reintegración del tejido. 

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