Como estaba programado, en punto de las 10 de la mañana, sonó la alerta sísmica en los edificios del Gobierno de la Ciudad de México, era el Macrosimulacro 2013, para que el personal administrativo y los visitantes en ese momento respondieran al llamado de las brigadas de protección civil, por oficina y por piso, para desalojar los inmuebles de manera ordenada, coordinada y en el menor tiempo posible.
Así sucedió, en 4 minutos, 379 personas bajaron hasta la plancha del Zócalo para ponerse a salvo de situaciones de peligro.
Los empleados de la Ciudad de México de manera formal, pues tomaron el simulacro con toda seriedad, descendieron de sus respectivos pisos y llegaron al Punto de Encuentro, coordinados en todo momento por el personal de Protección Civil.
Quienes bajaron del 3er piso caminaron por 109 escalones formando sólo 2 líneas, es decir por pareja, para tener espacio de movilidad y evitar empujones o arroyamientos.
En todo momento los coordinadores de brigadas, con señalamientos impresos en colores vivos, con voz cordial y ademanes que señalaban la ruta de evacuación, cumplían su parte, en tanto los trabajadores cumplían las indicaciones y todo resultó como lo planeado.
Ya en el Punto de Reunión, las personas comentaban que “esta vez un sismo u otro evento peligroso no nos tomará de sorpresa, pues después de 28 años de los terremotos del 19 de septiembre de 1985, que cimbró las entrañas de la Ciudad de México, hemos aprendido a reaccionar para salvar la vida”
En la Ciudad de México más de 6 millones de capitalinos participaron en el Macrosimulacro, en el que incluyeron 10 mil inmuebles entre públicos, privados, sociales con resultados satisfactorios, reveló la Secretaría de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México.
En el ensayo de este 19 de septiembre la alerta sísmica sonó previniendo un supuesto sismo de 7.8 grados con epicentro a 16 kilómetros al noreste de Lázaro Cárdenas, Michoacán, recordando la magnitud del padecido aquella mañana de 1985.
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