El paludismo es un problema de salud en muchos países tropicales y subtropicales, en México se encuentra bajo control y la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al país en etapa de preeliminación, afirmó el Dr. Mario Henry Rodríguez López, investigador adscrito al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en Cuernavaca, Morelos.

El especialista en infectología, con estudios posdoctorales en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), dijo que aun quedan algunos focos de paludismo en las costas del Pacífico, en Durango, Sinaloa, Chiapas, en el norte Guerrero, pero que se encuentran muy controlados.

“Guerrero y Chiapas representaban los principales problemas por el vector, Chiapas aún presenta problemáticas, aunque en estados como Oaxaca está casi controlado, a punto de eliminarse”, informó en el marco del mes en que se conmemora el Día Internacional del Paludismo, por la 60ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2007, que supone un reconocimiento de los esfuerzos desplegados en todo el mundo para controlar eficazmente la malaria.

El ex director del Centro de investigaciones sobre Enfermedades Infecciosas del INSP narró que la última epidemia fuerte ocurrió en los años 80: “tuvimos un brote que se extendió en todas las áreas palúdicas del país que se encuentran en las costas del Golfo de México y del Océano Pacífico, en esa época se registraban hasta 140 mil casos anuales”.

Hablamos de eliminación no de erradicación, subrayó el científico, pues se podría hablar de erradicar solo si el paludismo desaparece en todo el mundo. México, además de sus propias áreas palúdicas, tiene el problema de las migraciones. “Mientras no haya eliminación –del paludismo- en nuestros vecinos y en todo el mundo, la vigilancia de los casos va a tener que mantenerse”, sostuvo.

En México se mantiene esa vigilancia aplicando un millón de pruebas para detectar el paludismo en focos de población. Actualmente de detectan aproximadamente dos mil 500 casos al año.

En la  década de los 90, el huracán Paulina produjo el último brote más grande en el país, con 17 mil casos en Oaxaca, ese fue el primer brote en donde no se uso insecticida, se trabajó con comunidades, las cuales le entraron para controlar la enfermedad.

“El combate del paludismo estuvo en un programa militar durante los años 50 y 60, con militares erradicándolo en todo el país, pero en los años 80 se descentralizó el programa y se le pasó la responsabilidad a los estados y se les dijo qué hacer y cómo hacerlo, se les fue capacitando”, explica el investigador.

Aceptó que el Estado tiene que poner condiciones para la atención de la salud pública pero expresó que es la comunidad la que debe ser responsable de mantener un ambiente adecuado para evitar criaderos y ayudar en la eliminación del paludismo.

El paludismo es una enfermedad parasitaria causada por protozoarios del género Plasmodium que se transmite a los humanos por la picadura de las hembras infectadas de los mosquitos del género Anopheles.

Las especies del Plasmodium causantes son: ovale, malariae, vivax y falciparum, estas dos últimas, las de mayor distribución en el mundo. En México, el principal agente etiológico es Plasmodium vivax; algunos casos aislados de Plasmodium falciparum se notifican en estados de la frontera sur, los cuales se asocian a movimientos migratorios provenientes de Centroamérica y otras con resistencia a medicamentos antimaláricos.

Según Rodríguez López, hay dos especies que son muy importantes; la primera es el Anopheles albimanus, son los que en sus patitas tienen una parte blanca y se crían en las costas o donde hay encharcamiento de agua, cuando vienen las lluvias.

Y hay otro, que es el Anopheles pseudopunctipennis, vector que se cría cuando los ríos se secan, pues se producen charcos en sus márgenes y ahí crecen algas, ahí se esconden las larvas del mosquito, las algas son las que básicamente determinan que hayan mosquitos. “Encontramos que controlando estos criaderos podíamos controlar al mosquito”, afirmó.

Los brotes de paludismo eran las principales causas de muerte en nuestro país en los primeros años, antes de que se comenzara la campaña de erradicación en los años 60. Sin embargo, México ha invertido en investigación y hemos controlado al mosquito vector, aunque aún se hacen investigaciones para diseñar nuevas estrategias de intervención para el manejo de insectos vectores de enfermedades, concluyó  

Prevención

En poblaciones con problemas de paludismo, los habitantes deben procurar la eliminación de criaderos, destruyendo la vegetación alrededor de la vivienda.  Drenar periódicamente los cúmulos de agua que no se utilicen regularmente. Usar repelentes de insectos en las partes descubiertas del cuerpo. Evitar dormir fuera de la vivienda, colocar mallas y mosquiteros en puertas y ventanas. Cuando se viaje a zonas endémicas de paludismo se deberá administrar el tratamiento preventivo.