Los hidrocarburos seguirán siendo una fuente de energía para México, pues es una realidad que nuestro país cuenta con estos recursos y los va a tener que utilizar, pero el reto primordial será usarlos de manera sustentable –sin liberación de bióxido de carbono (CO2)-, para beneficio del medio ambiente y de la salud de las personas.
Sin embargo, la industria de los hidrocarburos requiere de la formación de grandes cuadros de recursos humanos, de hacer investigación en una amplia cadena que va desde la exploración y explotación hasta su transporte, almacenamiento y transformación, y de una buena administración de la ciencia para que sea más eficiente.
Las anteriores son algunas de las conclusiones a las que llegó la mesa “Los hidrocarburos en el futuro de México”, en el marco del proyecto Hacia dónde va la ciencia en México, una plataforma de análisis desde las perspectivas académica, sectorial y tecnológica, la cual se llevó a cabo el pasado 21 de marzo en el Palacio de Minería.
En el panel participaron coordinadores de programas del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), centro público de investigación que ofrece investigación, capacitación y servicios de contenido tecnológico a Petróleos Mexicanos (Pemex), la industria más importante del país, la cual enfrenta hoy retos y oportunidades para alcanzar mejores niveles de eficiencia y competitividad, luego que en el 2000 se encontraba en el sexto lugar entre las empresas petroleras a nivel mundial, y hoy está fuera del “top ten”, en el sitio 11.
Y debido a que las reservas de hidrocarburos y gas natural estimadas para México están calculadas, en su panorama más pesimista, para 50 o 100 años, el manejo de este recurso natural se convierte en un tema importante para que las autoridades del país conozcan las propuestas que existen sobre qué investigaciones se deben realizar alrededor de la extensa cadena de valor de los hidrocarburos y utilizarlos de manera más ecológica y limpia, dijo Marcelo Lozada y Cassou, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
“Los hidrocarburos en el futuro de México”, mesa que coordinó el científico responsable del programa de Investigación de Ingeniería Molecular del IMP, también integrante del Consejo Consultivo de Ciencias, abordó el tema desde el estado actual de sector hasta la propuesta de usar al hidrógeno como el combustible del futuro.
Por su parte, Sergio Galina, del programa de Innovación del IMP, sostuvo en su descripción sobre el estado en el que se encuentra el sector de hidrocarburos en México, que no hay crecimiento económico sin energía, pues ambos aspectos están directamente relacionados: las 15 economías más grandes del mundo se encuentran entre las 18 mayores naciones consumidoras de energía de hidrocarburos.
En los próximos años, del 2010 al 2035, dijo, el consumo de energéticos va a crecer en un 50%; es decir, que de los 87 millones de barriles de petróleo que se producían en 2010, se pasará a los 110 millones dentro de 25 años. Agregó que en esa misma línea estarán las emisiones de CO2, que de 1985 al 2000 crecieron alrededor de 60% y las proyecciones indican que van a incrementarse en 30% más.
“Sabemos que los desarrollos tecnológicos e innovadores mejoran la calidad de los productos, incrementa la producción, reduce los costos, generan servicios de mayor valor agregado y muchas veces ayudan a disminuir el impacto ambiental. Si toda la tecnología y la innovación ayudan a resolver estos problemas, entonces por qué no empezamos a aplicarlos”, indicó Galina Hidalgo.
Y para poner en perspectiva el descenso de México en el mercado mundial del petróleo, el académico mencionó que las reservas de nuestro país en los últimos 10 años han caído 20%. “A finales de los años ochenta las exportaciones mexicanas representaban el 6% del total mundial, hoy somos el 3%. Algo grave es que se han perdido 50 mil barriles en la plataforma de exportación en seis años.
“En el rubro de gas natural hemos hecho un gran esfuerzo y estamos produciendo mucho más, pero estamos importando 12% de nuestras necesidades. Lo que también es grave es que las importaciones de petrolíferos se han duplicado en la última década, entonces si consideramos estas importaciones y las de gas natural, además de las exportaciones que se han perdido, en dinero representa la mitad de lo que actualmente Pemex genera en impuestos y derechos, eso es lo que estamos perdiendo por no habernos preparado en ciertos rubros”.
Lamentó asimismo que los jóvenes estudiantes del país no se sientan atraídos por los temas relacionados con los hidrocarburos y el impacto ambiental, lo que en su opinión se convierte en un reto, así como lo es el de aumentar los grupos especializados y profesionistas en temas relacionados con el petróleo en instituciones de educación superior y centros de investigación.
“Si analizamos el patrón del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), uno de cada 800 integrantes es ingeniero petrolero, y si PEMEX aporta una tercera parte a las finanzas del país, se esperaría que una tercera parte de los SNI estuvieran relacionados con el petróleo, pues no”.
Añadió que como muestra de la poca generación de grupos de investigación alrededor de temas sobre el petróleo, la UNAM, en los últimos diez años, ha graduado a 60 ingenieros petroleros, 24 geólogos y 22 geofísicos, siendo que Pemex necesita muchos más de estos profesionistas al año.
Sergio Galina concluyó que mientras haya crecimiento económico y se mejore la calidad de vida de las personas, en el mundo se va a mantener el crecimiento del consumo energético; y que el petróleo, gas natural y el carbón, los combustibles fósiles que están provocando el gas de efecto invernadero y calentamiento global, van a seguir siendo los más usados debido a su bajo costo, por lo que el reto es hacerlo con menor impacto ambiental.
“Como país no hemos sido capaces de mantener a nuestra principal industria, no hemos sido capaces de alimentarla con nuestros mejores jóvenes talentos ni tampoco la hemos cobijado con los mejores grupos técnicos y científicos que trabajen en aumentar su eficiencia y competitividad tecnológica”.