En México los accidentes viales son un problema de salud pública porque provocan un fallecimiento cada 15 minutos, expuso el senador Francisco Salvador López Brito.

Agregó que las lesiones y las discapacidades que producen esos accidentes requieren más de tres millones de consultas en los servicios de urgencias y ocupan cerca de dos millones y medio de días-cama en los hospitales del Sistema de Salud.

“Los sistemas de registro ubican estos percances como la cuarta causa de muerte, precedidos sólo por las enfermedades cardiovasculares, los tumores malignos y las complicaciones de la diabetes mellitus”, remarcó.

Ante esto, apuntó, el Senado de la República ha declarado la década 2011-2020 como el Decenio de Acción para la Seguridad Vial, con la meta de reducir la mortalidad en México por causa de accidentes de tránsito.

El senador por Sinaloa precisó que algunos estudios efectuados por países en desarrollo revelan que la mortalidad por accidentes viales ha aumentado significativamente en un periodo de 15 años. Por ejemplo, expuso, ha crecido 450 por ciento en Tailandia, 250 por ciento en Venezuela y 600 por ciento en México.

No obstante, López Brito aclaró que expertos en la materia sugieren que 9 de cada 10 accidentes viales pueden ser evitados, y sus efectos adversos atenuados.

“Considerando que después de un accidente vehicular nada es igual, y que el 99 por ciento de los accidentes son prevenibles y evitables, hay que tomar conciencia de que un vehículo automotriz es potencialmente un arma mortal y discapacitante”, sostuvo.

El su calidad de integrante de la Comisión de Salud exhortó a la ciudadanía a conocer y respetar las señales de tránsito, a asegurar el vehículo mínimamente contra daños a terceros, realizarle mantenimiento preventivo periódico y evitar distracciones durante el manejo.

Para finalizar, puntualizó que es de suma importancia asegurar a los pasajeros con cinturones de seguridad o aditamentos de retención para menores, y evitar manejar en condiciones inapropiadas de salud que alteren y/o menoscaben las facultades de atención, visibilidad y de los reflejos motores del conductor.