El actual modelo de desarrollo del campo mexicano ha propiciado que el 80 por ciento de los habitantes del sector rural se encuentren en la pobreza, y las importaciones de maíz hayan aumentado de 400 mil a 10 millones de toneladas con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Este planteamiento se dio en el marco de la presentación del libro “Modelo de Desarrollo Alternativo”, organizada por la Comisión de Asuntos Indígenas, donde académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH) y representantes campesinos también subrayaron que la reforma constitucional al artículo 27, en 1992, no ha logrado que el campo mexicano prospere.
El secretario del órgano legislativo, diputado Roberto Cabrera Solís, consideró urgente plantear nuevas propuestas para el desarrollo de México, particularmente de los sectores rural y agrario, en virtud de los retos que enfrentamos a consecuencia de la globalización y las recientes dificultades económicas internacionales.
En tal contexto, celebró la presentación del texto, ya que, coincidió, será de utilidad para el debate en turno sobre el futuro del campo mexicano y para comprender en qué momento se encuentra este sector.
Los autores de la obra, Federico Ovalle Vaquera, Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) y Emilio López Gámez, académico de la UACH, explicaron que ésta comprende un trabajo realizado durante 20 años donde se analizaron las políticas nacionales para el sector agrario, además de la visión de organizaciones campesinas internacionales respecto al modelo neoliberal en Latinoamérica.
Recordaron que durante la década de los 90, la reforma al 27 constitucional y la adopción del TLCAN, fueron presentadas como una alternativa necesaria para el impulso del campo mexicano, con argumentos que muchas organizaciones agrarias creyeron convincentes.
Por otra parte, indicaron que la iniciativa de reforma profunda al agro nacional de principios del año pasado, también hizo pensar a los campesinos mexicanos que el 2014 sería “el año del campo”; empero, no se concretaron reformas profundas, sólo “parches legales” que mantienen al agro en el rezago.
En tal virtud, explicaron, se precisan cambios profundos que atiendan las necesidades de los dueños de pequeñas áreas de cultivo, que representan alrededor del 90 por ciento del total de los productores agrícolas del país; un sistema financiero eficaz que les ayude a obtener recursos para sus proyectos, además de garantizar la soberanía alimentaria y no depender de las importaciones.
Todo ello, agregaron, en el marco de un “Pacto por el campo”, donde las políticas públicas realmente atiendan el problema del agro, además de tomadores de decisiones -diputados, senadores, gobernantes, secretarios- que se comprometan con las necesidades del país.