Y critican a Medina Mora
La inclusión de Eduardo Medina Mora en la terna para renovar al ministro fallecido Sergio Valls Hernández, tiene como intención por parte de Enrique Peña Nieto contar con un ministro a modo, incondicional, cosa que además no es rara en la Suprema Corte, pues se trata del poder más obscuro y sumiso del país a los intereses de la oligarquía.
Así lo sostiene la senadoraDolores Padierna Luna y considera que Medina Mora ha tenido un desempeño en altos cargos en las áreas de seguridad y procuración de justicia de los gobiernos panistas y priístas.
Cuestión de reflexionar que fue director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, titular de la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública y Procurador General de la República, dijo la legisladora.
Y añadió: “La improvisación y la incompetencia han definido a Medina Mora como servil y sus vínculos con Televisa tal vez sea lo que le ha permitido ocupar esos espacios, no así su capacidad de eficiencia y su independencia de criterio”.
Dijo que con Vicente Fox llegó en el año 2000 al CISEN y posteriormente a la SSP; con Calderón fue procurador y luego embajador en Inglaterra; con Peña Nieto embajador en los Estados Unidos y, ahora, lo propone e impulsa como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Un entramado de intereses lo promueve: la dupla de la derecha, PRI y PAN y seguramente el visto bueno del gobierno norteamericano”, expresó Padierna Luna.
Afirmó que su paso por la administración pública federal está lleno de manchas, algunas muy graves y mencionó que Medina Mora fue negociador de la Iniciativa Mérida y promotor de la política de intervencionismo de los EUA en México, con relación a los temas de seguridad e inteligencia, además de que fue el operador, como procurador, del llamado “michoacanazo” en contra de 11 alcaldes perredistas, que terminó en una farsa.
Dijo que también Medina Mora fue el responsable y operador de la represión en Texcoco y San Salvador Atenco, “con lo que se deja claro que es un personaje sin perfil profesional ni ético para ocupar un cargo como ministro de la Corte; es un persona con filiación política, sin independencia y es también un instrumento de los poderes fácticos y del poder mediático”.
La senadora sostiene que se trata de un improvisado, un represor y asegura que muchas voces críticas desde la sociedad civil y las organizaciones defensoras de los derechos humanos, dicen que es un personaje sin trayectoria de juez y a pesar de ello ahora Peña Nieto pretende encumbrarlo como ministro.
“Para el PRD es inaceptable una propuesta como la de Medina Mora y Peña Nieto no piensa en la justicia y el imperio de la legalidad; Peña le apuesta a la sumisión y protección de la Corte, a la promoción de incondicionales, a reforzar la cadena de la corrupción y la impunidad”.
Para concluir la legisladora apuntó que “no debe extrañarnos: la corrupción y la impunidad son el binomio de este gobierno”.