La reforma financiera no enfrenta el reto de impulsar la competencia y el desarrollo nacional, aseguró el senador Mario Delgado, al advertir que el Congreso “tendrá mucho que hacer para fijar medidas que pongan a los bancos a competir por mayores utilidades a través de la búsqueda de proyectos rentables y con un alto potencial de crecimiento para el país”.
Tácito, expresó que se requiere una intervención importante del Congreso, del Senado para no pensar en una reforma financiera sólo en función de los bancos, sino pensarla también en función de la gente, de los usuarios de la banca, de que los mexicanos tengamos la oportunidad de accesar al financiamiento y regular las comisiones.
Esta reforma, añadió, parece que está pensada solo en función de los banqueros, en darle mucho más garantías y acorralar a los usuarios, a los cuentahabientes; lo que se está planteando es que ahora se fortalezcan las garantías y se vuelva más vulnerables a los acreditados.
El ex secretario de Finanzas del D.F. expuso que las comisiones son altísimas, tienen que regularse; lo mismo, los enormes diferenciales que hay entre las tasas activas y pasivas; el crédito al consumo se ha venido expandiendo, pero tiene un costo muy elevado y son muy pocos lo que tiene acceso a hipotecarios, a otros tipos de créditos que puedan mejorar sus condiciones de vida.
En sus comentarios sobre la reforma financiera, recién presentada en el marco del Pacto por México, el legislador del PRD, aseguró que hay que hacer una revisión muy seria a sus planteamientos, en temas como el de las comisiones (“en un cajero automático se cobra hasta 35 pesos por operación”), la gran mayoría de las utilidades de los bancos las obtienen de las comisiones, o de la tenencia de bonos gubernamentales, que sin esfuerzo ni riesgo alguno les dan amplios intereses.
Esos son los peores incentivos para que haya crédito, ya que los bancos siempre van a buscar tener el menor riesgo posible y la mayor utilidad, en eso consiste su negoció. Si tienen la posibilidad de cobrar altas comisiones y además la de estar financiando al gobierno y de ahí tener utilidades, pues nunca van a prestar, dijo.
Delgado Carrillo, miembro de la Comisión de Hacienda del Senado, señaló que los bancos necesitan salir de esa zona de confort, necesitan salir a buscar negocio, donde haya oportunidad de proyectos para financiar y que de ahí tengan su utilidad, porque por el momento, la banca no está cumpliendo con su función de financiar el desarrollo del país. “De nada nos sirve a los mexicanos tener una banca capitalizada, globalizada, si a los mexicanos no les prestan”.
Por ello, para finalizar indicó que no hay coincidencia entre los intereses que tiene los bancos, que obedecen a un interés global o del país de donde ellos provienen, con la necesidad que tiene México de financiamiento y desarrollo. Hay dos intereses muy distintos: el del banco global, con su dinámica de tener utilidades -que en México obtienen para transferirlas a sus casas matriz-, con el de los mexicanos que requieren crédito accesible para el desarrollo.