No veo en el PRD interés por resolver los problemas de fondo que afectan a esta organización política, afirmó el senador todavía perredista Alejandro Encinas Rodríguez, al revelar que la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas se produjo luego de que diversas organizaciones civiles le pidieron definir su posición respecto a la crisis del partido.
Y al referirse a su posición personal, el legislador dejó claro que todavía no tiene un rumbo definido. “Estoy en un proceso de reflexión que pronto habré pública, porque todo mundo tendrá el derecho de tomar la decisión que, a su juicio, corresponda”.
Sin embargo, dijo que si el PRD quiere recuperar un mínimo de credibilidad o revertir el proceso de deterioro que atraviesa, debe empezar por conocer la verdad política y jurídica de lo que aconteció en Iguala, Guerrero.
Es decir, insistió, no solamente dar con los autores materiales e intelectuales de la desaparición de los normalistas, sino desmembrar toda la red de funcionarios y autoridades locales que con sus acciones u omisiones permitieron que el crimen organizado pudiera operar tanto en Guerrero como en Michoacán, Morelos y el estado de México.
“Si queremos conocer la verdad debemos de saber cuál es el nivel de penetración de estos grupos delictivos en las estructuras del partido y si financiaron alguna campaña, algún grupo, algún dirigente; porque estamos hablando de dinero sucio, de dinero que viene de actividades ilícitas, lo cual constituye un delito. Y si eso no se esclarece, evidentemente, no se va a recuperar la confianza”, sostuvo.
Reiteró que también deben salir a la luz los instrumentos, las relaciones o los mecanismos a través de los cuales los funcionarios y autoridades, relacionados a la delincuencia organizada, obtuvieron su candidatura por el PRD.
Encinas Rodríguez aludió que en muchos de los casos no hubo una elección interna ni una convención electoral o algún acuerdo en la comisión de candidaturas, por lo que la persona que realizó el registro de candidatos tiene también responsabilidad.
Y sentenció: “Un partido satélite del régimen, un partido marginal de una votación del 1%, un partido que le da la espalda a sus electores y a su proyecto original, la verdad, es un partido que no tiene futuro, que prácticamente está muerto”.
Respecto a su permanencia en el partido, el senador perredista externó que se reunirá con militantes de la izquierda para analizar si se va o se queda, y aseguró que esto lo anunciará en los próximos días.