El otro México
El recorte de 19 por ciento para el campo en el Presupuesto de Egresos del 2016, la complejidad de las reglas de operación, la falta de financiamiento y la inseguridad prevaleciente en el agro, son factores que colocan al sector como el más vulnerable del país, establecieron diputados de la Comisión de Desarrollo Rural.
Al instalarse la instancia legislativa, su presidente, José Erandi Bermúdez Méndez, sostuvo que el campo mexicano sufre una nula capitalización social y económica, la ausencia de un salario fijo e ingresos bajos y estacionales, por lo que su desarrollo no debe considerarse con un enfoque simplista, sino multidisciplinario para relanzar así el despegue de México.
Es vital que las actividades primarias sean un motor que integre a todos los demás sectores económicos y productivos; alentar un desarrollo agropecuario sin colores ni tintes partidistas, y dar respuestas al 25 por ciento del total de la población mexicana. Lo anterior exige la correlación entre las actividades parlamentarias y el diseño de las políticas públicas, precisó.
Se tiene que hacer, dijo, porque el país es desigual, injusto y lleno de contraste que ofenden la dignidad humana, en especial de los hombres del campo, ya que las localidades rurales se caracterizan por tener bajos niveles de desarrollo, llevando a la casi nula capitalización social y productiva, lo que no permite garantizar su productividad e ingreso, y frenar y abatir los rezagos.
Sostuvo que “las necesidades son ilimitadas y los recursos limitados, pero no debe perderse de vista en dónde estamos parados y hacia dónde podemos ir, a fin de enfrentar los desafíos que se tienen”. Por ejemplo, que el 60 por ciento de la superficie rural es árida o semiárida; el 74 por ciento de temporal y sólo 26 por ciento cuenta con tecnificación de riego, con una productividad cuatro veces más alta que la temporalera.
Resaltó que el recurso hidráulico es vital, ya que el 77 por ciento del fluido es utilizado en la agricultura, pero con grandes deficiencias en su uso y suministro; además, dijo, deben diseñarse esquemas para frenar la sobre explotación de los acuíferos.
Al participar, el diputado Carlos Hernández Mirón sostuvo que una preocupación fundamental es la situación financiera del campo y la aplicación del Presupuesto para 2016, en virtud de que se propone un recorte del 19 por ciento en la inversión destinada al sector.
Destacó que esa es la realidad del agro, en la cual se requiere tomar cartas en el asunto. Propuso entender el recorte: “¿dónde se va a aplicar? ¿qué costo se va a tener? ¿qué consecuencias van a tener? pues no sólo impactará a los estados de la República, sino también a las zonas agrícolas del Distrito Federal.
Adelantó que presentará a la Comisión un punto de acuerdo para atender el recorte presupuestario en la inversión directa al campo.
El diputado Ángel Alanís Pedraza afirmó que para que haya un verdadero desarrollo en el campo es necesario que exista seguridad, porque cuanto se tiene el cáncer del crimen organizado se deteriora todo. “Yo dejé de ir a mi rancho para ponderar la seguridad de mi familia y atender la producción”, comentó.
Refirió que en Michoacán se vivió una temporada terrible, porque los productores tenían que pagar al crimen organizado mil pesos por hectárea y las de aguacate son miles, y aunque eso ya pasó no debe soslayarse. “Mi huerto sirvió para esconder armas, vi entrar y salir a gente armada como si estuvieran en su casa y esos problemas también existen”, comentó.
La diputada Leticia Amparano Gamez, propuso apoyar los programas que realmente funcionan y no los que no sirven o se quedan en una normatividad imposible de aplicar por los campesinos.
“Tenemos que hacer que el poco recurso para el campo realmente llegue y no se quede en manos de los rapaces funcionarios. Debe empoderarse a la gente del campo”, porque las necesidades de la gente no tienen colores, resaltó.
El diputado Salvador Zamora Zamora señaló las condiciones apremiantes de los pequeños productores que no tienen acceso al financiamiento por parte de los bancos comerciales, encareciendo sus costos de producción. Urgió a simplificar las reglas de operación por ser inaccesibles para los hombres del agro.