La senadora Dolores Padierna Luna presentó un punto de acuerdo para que se convoque al Director General de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, a una reunión de trabajo con las Comisiones de Energía y de Hacienda y Crédito Público a efecto de explicar detalladamente el plan de ajuste presupuestal de 62 mil millones de pesos aprobado por el Consejo de Administración de la Empresa Productiva del Estado el pasado 13 de febrero, así como los alcances y detalles del Programa de Austeridad y Uso Racional de Recursos.

La legisladora recordó que el pasado 5 de febrero, Pemex anunció la colocación en el mercado bursátil de 24 mil 300 millones de pesos, financiamientos que se utilizan para amortizar la deuda acumulada en años anteriores y para los proyectos de inversión de la propia empresa mal llamada propiedad del pueblo.

Dijo que el presupuesto de ingresos y egresos de Pemex para 2015 es deficitario en 155 mil millones de pesos y este déficit se financia con nuevo endeudamiento.

"El endeudamiento neto 2015 es de 201 mil millones de pesos y si el déficit es sólo 155 mil millones de pesos, pues hay 46 mil 138 millones más de lo requerido", informó.

La también integrante de la Comisión de Energía del Senado, afirmó que Pemex tiene importantes recursos en caja: al cierre de 2014 tenía 107 mil 402 millones de pesos. "Este enorme efectivo lo puede utilizar el Gobierno Federal a su antojo, así lo hizo el 26 de diciembre en que la Secretaría de Hacienda sacó 50 mil millones de pesos en efectivo de Pemex, según lo reportó a la SEC y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores".

Y añadió: "La extracción de 50 mil millones de pesos adicionales a los impuestos y derechos que paga Pemex tiene por objeto continuar el debilitamiento de la empresa para seguir privatizando el sector, sumado a las enormes presiones que tiene para que ceda sus asignaciones y migre a contratos, incluyendo al campo Cantarell, pues todo esto demuestra que la reforma energética se hizo para desmantelar a esta empresa estatal lo antes posible", advirtió.

Padierna Luna lamentó que el gobierno federal promueva  la necesidad de mantener la estrategia de importación de petrolíferos y así evitar la reconfiguración de refinerías y la creación de plantas para producir combustibles limpios.

Advirtió  que el presupuesto destinado por Pemex para la reconfiguración de las refinerías es de 15 mil millones de dólares, lo cual es visto ahora como un gasto innecesario, pues en el exterior los precios de las gasolinas también han caído y los márgenes en el negocio de la transformación son menores. Es por ello previsible, que el impacto que tendrá la cancelación de los programas en materia de refinación será muy importante.

“Queda demostrada la intención de reducir el tamaño de Pemex a tal grado que quede únicamente como una empresa dedicada a la exploración y extracción y eso cada vez más en conjunto con empresas privadas. Con ello, el Gobierno Federal reafirma la renuncia a la soberanía energética, al privatizar la mayoría de los servicios de las que ahora se autoabastece”, concluyó.