El que a hierro mata, a hierro muere, dice el refrán popular y así terminó el ahora gobernador con licencia Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien tuvo que retirarse del cargo por todo lo que rodea a los 43 normalistas desaparecidos en un ambiente de brutal violencia en que se debate esa entidad.
Ahora entra al relevo Beatriz Mójica, quien fuera parte del gobierno de Aguirre, pero solo permanecerá en el cargo ocho meses, pues en julio próximo habrá elecciones federales y estará en juego esa gubernatura, entre otras ocho del resto del país.
Y respecto a lo que dice el refrán popular de que quien mata a hierro a hierro muere, esta es la historia.
Ángel Heladio Aguirre Rivero nació en Ometepec, Guerrero, el 21 de abril de 1956. Es un político mexicano, ex miembro del Partido Revolucionario Institucional, pero ahora milita en el Partido de la Revolución Democrática.
Se ha desempeñado como senador y diputado federal en dos ocasiones. Fue designado gobernador sustituto de Guerrero entre 1996 y 1999 por el congreso estatal, después de ser destituido Rubén Figueroa Alcocer y nuevamente asumió el cargo de manera constitucional desde el 1 de abril de 2011, postulado por el PRD.
Por su parte, Rubén Figueroa Alcocer nació en Huitzuco, Guerrero, el 4 de diciembre de 1939, y es un político mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional.
Tuvo diversos cargos políticos, entre ellos, el de gobernador constitucional del estado de Guerrero, durante poco menos de tres años (1993-1996) de los seis que comprendería su periodo.
Pero el 28 de junio de 1995 ocurrió la masacre de Aguas Blancas, ejecutada durante un operativo policiaco y en donde fuera implicado por numerosas organizaciones sociales como responsable de dicho multi-homicidio, obligándolo a pedir licencia definitiva ante el congreso del estado para dejar el cargo y funciones de gobernador constitucional el 12 de marzo de 1996.
Fue entonces que el Congreso de Guerrero designó a Ángel Aguirre Rivero como gobernador sustituto para completar el período y ahora éste sufre la misma suerte por los 42 normalistas desaparecidos y que todo parece indicar, fueron brutalmente masacrados.