Este lunes recibimos en la redacción de Grilla en el Poder esta noticia que refleja lo que está ocurriendo en algunas regiones de México, ante la indiferencia del Gobierno federal.

Con profunda pena les envío esta nota. El pueblo del que hablan es un lugar pequeñito, casi de paso. Un pueblito marcado por la historia y ahora por el dolor. Yo solo lo conozco de paso pero esta en mi memoria porque es el pueblo donde nació mi abuelita paterna y ha sido un referente de toda mi vida.

Lo que esta ocurriendo ahí es realmente una catástrofe humanitaria por lo que les pido dar seguimiento (y solidaridad) a esta nota.

El jueves buscaron refugio en la PGR

Familia pide asilo en EU ante amenazas de muerte

Rubén Villalpando

Corresponsal

Periódico La Jornada

Lunes 25 de junio de 2012, p. 20

Ciudad Juárez, Chih., 24 de junio. Las 22 personas originarias del municipio de Villa Ahumada que estaban refugiadas en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) de esta ciudad cruzaron por el puente internacional libre para solicitar asilo en Estados Unidos. La medida se debió a que dos de sus integrantes, de apellidos Porras Salas, fueron amenazados de muerte y otros dos, asesinados la semana pasada.

El grupo llegó la mañana de este domingo con personal de Aduanas y

Protección Fronteriza a cargo de la vigilancia en el puente libre, conocido también como el Córdoba Américas, y solicitaron asilo, por lo que fueron ingresados a las oficinas para ser trasladados y posteriormente serán enviados al Centro de Detención de El Paso,

Texas, mientras es procesada la solicitud. La Casa Anunciación, formada por grupos religiosos, les brinda ayuda y asesoría jurídica.

El pasado jueves el grupo de ocho niños y 14 adultos solicitó protección en la delegación local de la PGR, debido a que recibieron amenazas de muerte, luego que en esa semana mataron a dos integrantes de la familia en el municipio de Villa Ahumada, ubicado a 130 kilómetros de Juárez, sobre la carretera Panamericana.

Dos muertes en tres días

Los 22 integrantes de la familia Porras Salas llegaron a la PGR y pidieron auxilio, pues el pasado 17 de junio mataron al mayor del clan familiar y dos días después, mientras limpiaba la tumba de su papá, a un hijo de 18 años.

Luego del crimen, varios miembros de la familia comenzaron a recibir mensajes y llamadas, con advertencias de que salieran de Villa Ahumada o matarían a todos.

Llevaban días instalados fuera de la PGR y dijeron que dejaron sus casas, trabajos, negocios y ranchos, incluso, mencionó el mayor, ni siquiera reclamamos el cuerpo de mi hermano, al que mataron sobre la tumba de mi padre.

Refirieron que no tienen que ver con actividades ilícitas o de derechos humanos, como pasó a la familia Reyes Salazar en el valle de Juárez.