Por Guillermo Pimentel Balderas
*Riesgo de estallido social en México
Federico Ovalle Vaquera, Max Correa Hernández y Marco Antonio Ortiz, dirigentes de la CIOAC, CCC y CODUC, respectivamente, advirtieron que este año, por ser electoral, es muy sensible a tener una revuelta general como recientemente ha sucedido en naciones árabes.
Asimismo, no descartaron la movilización campesina con el apoyo de otros actores sociales a finales de enero y principios de febrero, “sin que se pretenda judicializar las protestas”.
En conferencia de prensa expusieron que México, ante la crisis agroalimentaria que enfrenta, está al borde de la hambruna y de un estallido social, por lo cual hicieron un llamado urgente al presidente Felipe Calderón y al Congreso de la Unión para que concreten un gran acuerdo con los actores del medio rural, a fin de dar atención inmediata a los problemas agropecuarios derivados de las sequías, heladas e inundaciones.
Lo anterior, aclararon los tres líderes agrarios, es indispensable considerando que el cambio climático será más severo en 2012, ya que los meses críticos para la agricultura mexicana serán marzo, abril y mayo, además de que se prevé que más de 2 millones de hectáreas destinadas a la producción de granos básicos no se siembren por fenómenos climático este año.
Luego de hacer un balance de los daños agroalimentarios ocasionados por las heladas, las sequías y las inundaciones así como la mala aplicación de políticas públicas en el medio rural el año pasado, Federico Ovalle, Max Correa y Marco Ortiz, insistieron que 2012 por ser año electoral es sensible a tener una revuelta general.
Más adelante, insistieron también en establecer un diálogo para alcanzar acuerdos a favor del campo mexicano, que es primero; sin embargo, no descartaron la movilización campesina con el apoyo de otros actores sociales a finales de enero y principios de febrero.
Los tres líderes campesinos autodenominados de izquierda ideológica, (CIOAC, CCC y CODUC) destacaron que el problema agroalimentario del país va más allá de posiciones políticas o partidarias por lo que urgieron al Jefe del Estado Mexicano a aprobar el Fondo de Emergencia para atender las consecuencias de los fenómenos climatológicos en los estados del país por un monto de 10 mil millones de pesos y el cual vetó recientemente.