*Acusan diputados federales
Legisladores de la Comisión de Salud dela Cámara de Diputados advirtieron que la comercialización de los llamados “productos milagro” se ha convertido, además de un engaño social, en un riesgo sanitario para los consumidores y un gran negocio para sus promotores que juegan con la salud del pueblo.
Se calcula, dijo el presidente de dicha comisión, Miguel Antonio Osuna Millán, que más de 21 mil marcas son vendidas fuera de control en farmacias, centros comerciales y tiendas de todo el país, y que su publicidad es vista por casi 112 millones de personas en México y 50 millones en Estados Unidos.
Agregó que los “productos milagro” se registran y se introducen al mercado como suplementos alimenticios, sin embargo, la publicidad que se les da no es acorde con su función y los hace ver como remedios que generan alivios casi instantáneos.
Ante esta problemática, dijo, la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud, a fin de sancionar con multas de hasta del cinco por ciento de las ventas anuales obtenidas por productores y distribuidores de remedios herbolarios, suplementos alimenticios o cosméticos que se promocionen como milagrosos, además de que se procederá a su aseguramiento.
Osuna Millán, quien junto con los diputados Eduardo Ledesma Romo y Cristina Díaz Salazar impulsaron las iniciativas para la reforma, indicó que los “productos milagro” prometen, mediante publicidad distorsionada, curar enfermedades y padecimientos de manera inmediata y sin ningún esfuerzo.
Dijo que para seducir a sus potenciales clientes, las empresas promocionan que lo ofrecido está probado en diversos hospitales de otros países, y que se encuentran disponibles en las farmacias de prestigio de México.
El legislador afirmó que la promoción y comercialización de los llamados “productos milagro” no son un tema reciente. Recordó que desde hace varios años era normal que la mayoría de las farmacéuticas anunciaran todo tipo de remedios a los que les atribuían alivios casi instantáneos.
“Un mismo remedio aliviaba desde un resfriado hasta un mal degenerativo, todo gracias a sus misteriosos elementos curativos descubiertos por algún científico del momento”, dijo.
De la misma manera, añadió, cientos de estos productos que llegaban de Estados Unidos, Europa y Asia se comercializaban con gran éxito en tiendas y boticas establecidas principalmente en el centro de la ciudad de México.
Para la diputada María Cristina Díaz Salazar, actualmente se publicitan medicamentos con un formato que genera confusión en el público consumidor, e incluso tienden a provocar la compra impulsiva. La publicidad que se despliega constituye un riesgo potencial para la salud de los mexicanos, pues a través de ésta se desvirtúan las verdaderas características terapéuticas del o los productos.
En este sentido, mencionó, la Cámara de Diputados reformó la Ley General de Salud en sus artículos 306, fracciones I y II; se adicionó al 301 un segundo párrafo y el 421 Ter, para establecer que la información contenida en el mensaje sobre calidad, origen, pureza, conservación, propiedades nutritivas y beneficios de los productos registrados como complementos alimenticios, sean comprobables y acotados a sus características, sin exaltaciones exageradas ni magnificadas, para evitar un riesgo a la salud.
Recordó que en febrero de este año, la Cofepris publicó un listado de varios productos que serían retirados del mercado, junto con una serie de recomendaciones, entre otras, desconfiar de los productos que dicen solucionar o combatir enfermedades como la obesidad, diabetes, cáncer y alzhaimer, reducir el colesterol o regenerar el hígado.