El estado de Guerrero posee una riqueza forestal de gran importancia, en donde destacan sus existencias y potencialidades maderables.
Sus bosques también resultan relevantes por la cantidad de agua que captan, el suministro de leña, la producción de plantas, hongos y por ser el habitat de diversas especies de animales, así como por los múltiples servicios ambientales que prestan.
Sin embargo, esta riqueza se encuentra sub-aprovechada y sometida a procesos de destrucción como es el caso de la desforestación que se estima en más de 40 mil hectáreas al año y los incendios forestales que afectan en promedio 15 mil hectáreas en cada ciclo.
Así, Guerrero contribuye al cambio climático por la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente debido a estos dos procesos, que se encuentran íntimamente vinculados con el deterioro de los suelos agrícolas y la problemática de la producción alimentaria.
Por ello resulta fundamental que la sociedad organizada asuma el compromiso de transformar los patrones de producción para evitar la generación de GEI y así contribuir a la mitigación del cambio climático.
La necesidad y la conveniencia de actuar ahora resulta cada vez más evidente y no deben posponerse las acciones que, además de contrarrestar el cambio climático y sus impactos adversos, podrían contribuir al logro de múltiples objetivos que confluyen en el desarrollo humano sustentable, como la seguridad energética y alimentaria, la salud pública, la defensa del capital natural o la utilización racional de los recursos naturales.
México se encuentra entre los 12 países con mayor biodiversidad a nivel mundial. Por este hecho, es aún más importante tomar medidas de adaptación y mitigación relacionadas con la conservación y uso sustentable de los ecosistemas y sus servicios ambientales, incluyendo la reducción de emisiones por deforestación.