El pasado domingo un grupo de legisladores mexicanos, encabezados por el senador panista José González Morfín y el diputado federal petista Porfirio Muñoz Ledo, viajaron a Canadá para la reunión interparlamentaria con sus colegas de ese país, la cual se realiza cada año.

El asunto no tendría la mayor trascendencia, porque además los temas que trataron se centraron en la visa que cobra Canadá a México, de no haber sido por el recibimiento que les dieron a los legisladores aztecas.

Resulta que, de acuerdo con la nota difundida por el periódico Reforma en su edición del 22 de noviembre de este 2011, el presidente del Senado canadiense, Noë Kinsella, advirtió a los mexicanos que en la sala de sesiones del parlamento no se podía consumir alcohol.

Pero aunque la nota informativa aclara que fue una expresión en tono de broma, el hecho refleja que hasta ese país retumbó el reciente escándalo en que se enfrascaron los diputados federales de esta 61 Legislatura, por la acusación de uno de ellos de que en el salón de sesiones se estaban embriagando.

El senador canadiense fue por demás sarcástico al decir a sus visitantes mexicanos durante la inauguración de la 18 interparlamentaria: “Aquí es un lugar para una segunda reflexión sobria, pero todo caso, el alcohol no está permitido en esta sala”.

Que quede para la reflexión.