El Senado de la República aprobó reformar la Ley Agraria y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, a efecto de definir y orientar acciones que permitan la plena e íntegra protección de áreas naturales.

A través de este dictamen se busca hacer un uso racional del espacio terrestre, por ello se propone que los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios puedan destinar áreas voluntariamente para su conservación, ya sean tierras agrícolas, ganaderas o forestales.

Lo anterior, debido a que en las dos últimas décadas, el acelerado crecimiento demográfico y su visible concentración en las zonas urbanas, junto con la demanda de alimentos, vestido y energía, ejercen una fuerte presión sobre el espacio rural para ser usado en actividades que no permiten su conservación.

El documento precisa que, pese a que actualmente 12 por ciento del territorio nacional se encuentra bajo alguna categoría de protección pública, como reservas de la biósfera, parques nacionales, santuarios de vida silvestre, entre otros, sigue siendo imperativo incrementar esta superficie.

Refiere que entre 10 y 12 por ciento de las especies del planeta se distribuyen en el territorio nacional, y que de igual forma, 32 por ciento de la fauna nacional de vertebrados es endémica de México, lo que posiciona al país como el tercero más megadiverso en el mundo, pues ocupa el primer lugar en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas.

En este sentido, señala que es fundamental dotar de instrumentos que permitan la determinación de estrategias ecológicas para la preservación, protección, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y la localización de las actividades productivas y asentamientos humanos.

La conservación de los recursos naturales es de vital importancia, en virtud de que los ecosistemas, proporcionan bienes y servicios, siendo indispensables para la preservación del patrimonio natural y cultural de la nación, puntualiza.