A fin de evitar la muerte de personas por falta de atención médica, o que un mexicano más nazca en la calle, como sucedió en días pasados afuera de distintos hospitales del sector público de nuestro país, el senador José María Martínez presentó una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, para “garantizar” que cuando se trate de una urgencia, ningún mexicano podrá ser excluido de los servicios de salud, aun cuando no tenga los medios suficientes ni los recursos para satisfacer su necesidades más elementales.
En su calidad de integrante de la Comisión de Salud del Senado de la República, propuso modificar los artículos 35 y 36 de la Ley General de Salud, en los que se establecerá que, en casos de emergencias médicas, los servicios de salud en instituciones públicas deberán brindarse aunque los solicitantes no sean beneficiarios o derechohabientes de alguna dependencia de salud pública.
Además, en el primero de los artículos mencionados, quedará establecido que deberá darse preferencia de estos beneficios, a los grupos vulnerables, es decir, a “los adultos mayores, los niños y las niñas desde su concepción, las personas con discapacidad, las personas de escasos recursos y, en general, todas aquellas que se encuentren en situación de extrema dificultad para satisfacer sus necesidades básicas”.
El legislador jalisciense presentó su iniciativa luego de que semanas anteriores un jornalero de nombre José Sánchez Carrasco muriera afuera de un hospital de Chihuahua, debido a que las autoridades del lugar le negaron el servicio por no tener dinero y por no ser derechohabiente.
Además, una mujer mazateca de nombre Irma tuvo que dar a luz en el jardín de un hospital en el estado de Oaxaca, también por falta de atención.
Al respecto, el senador expresó que “es inaceptable que abatir costos en los hospitales, sea más importante que atender emergencias, especialmente de los más pobres y marginados”, por lo que urgió a los senadores a emprender la reforma propuesta y evitar más casos de negligencia médica, ya que parece ser que los casos que se han presentado últimamente son parte de “una lista interminable de falta de atención médica por parte de los funcionarios públicos, así como del desgaste actual del sistema nacional de salud y de la deshumanización“ del personal que labora en los hospitales.
El senador concluyó que estos casos reflejan que el problema no sólo es de atención a la salud, sino de derechos humanos ya que “se desestima la idea del respeto a la persona humana, especialmente cuando está enferma o necesitada”.