*Se han perdido 700 mil cabezas de ganado
Ulises Adame de León, secretario técnico de la Comisión de Agua de la Conago, advirtió que la sequía en los estados del norte del país ha encendido los focos rojos de la seguridad nacional, porque aunado a las pérdidas millonarias por la afectación de millones de hectáreas y la muerte de miles de cabezas de ganado, son una realidad los brotes de hambruna y el desplazamiento de miles de familias rurales hacia las ciudades.
En reunión de trabajo con diputados federales, el funcionario agregó que para el gobierno federal la situación no está clasificada como delicada, sin embargo, para el Departamento de Agricultura de Estados Unidos es excepcional y cuestión de seguridad nacional.
Es decir, dijo, el asunto va más allá de lo grave. Explicó que en algunas regiones de los estados del norte y centro del país, como Durango, Zacatecas, Chihuahua y Sonora, no ha caído una gota de agua en los últimos años, “y aunque lloviera, no serviría de nada por las condiciones que se vienen arrastrando; no hay forma de reponerse”, dijo.
“Tenemos el temor de que un día no lejano llegue a morir gente por la falta de agua y alimentos y se desencadene una grave situación sanitaria. El escenario es real. Hoy estamos perdiendo animales, mañana podrían ser seres humanos. A la fecha, calculamos que se han perdido cerca de 700 mil cabezas de ganado”.
Ulises Adame advirtió que de acuerdo con pronósticos del Sistema Meteorológico Nacional, la situación en estos estados se verá incrementada en los meses de mayo y junio por las ondas de calor y nula probabilidad de lluvia.
Mencionó que la Conago ha buscado un acercamiento con el gobierno de la República, en particular con el presidente Felipe Calderón, para que se le explique lo grave de la situación. “Hacerle saber que hay municipios donde prácticamente se acabó el ganado, que los pozos se han consumido y que la gente comienza a tomar agua contaminada con arsénico, el cual a mediano plazo provoca cáncer”.