El Senado de la República aprobó una reforma a la Ley General de Salud, para que quien venda o suministre a menoresde edad o incapaces, mediante cualquier forma, productos inhalables, se les aplique una pena de 7 a 15 años de prisión.
Lo anterior, debido a que en el corto y mediano plazo los inhalables representarán un problema de salud, dado el incremento en los consumidores que en su mayoría representan al sector adolescente del país, aseguró la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez.
La también presidenta de la Comisión de Salud, precisa que estos productos, son sustancias consideradas volátiles que producen vapores químicos que pueden ser inhalados e inducir efectos psicoactivos, los cuales se encuentran en diversos productos, como gasolinas, anestésicos, limpiadores, pegamentos, aerosoles, adhesivos o productos de limpieza.
Puntualizó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, se reporta que los inhalables representan el 40.4 por ciento del uso de sustancias que utilizan los jóvenes y el principal grupo afectado se encuentra entre los 12 y 14 años de edad, con el 45.5 por ciento.
Indicó que en la región centro, los estados de México, Guanajuato y Querétaro, los inhalables son la tercera sustancia de preferencia, después del alcohol y la mariguana y dicha droga ha aumentado en su consumo, en la Ciudad de México, Jalisco, Baja California Sur, Sonora y Nuevo León.
Aseguró que el consumo de dichas sustancias por una sola vez, puede causar muerte súbita por falla cardiaca, sofocación o quemaduras por explosión, alucinaciones visuales y cambios severos en el estado de ánimo y entumecimiento y temblor de manos y pies, por señalar sólo algunas de las reacciones a partir de su consumo.
La Senadora María Cristina Díaz Salazar manifestó que el consumo de dichos estimulantes presenta grandes y graves problemas sanitarios y sus consumidores, son principalmente marginales, niños y adolescentes.
Subrayó que el incremento en el consumo de estimulantes avanza en el país a través de niños y jóvenes, ya que la edad de inicio es desde los 9 años, pues estos productos son fáciles de obtener, baratos y no requieren de contactar a vendedores ilícitos para obtenerlos, “el consumo de estas sustancias se presentan principalmente en clases sociales media-baja y baja y con problemas de abandono familiar.
El senador Adolfo Romero Lainas puntualizó que estas sustancias resultan de fácil acceso para los jóvenes y su consumo conlleva a severos daños neurológicos con consecuencias irreparables, por lo que representa un problema de salud pública que está consumiendo a los jóvenes, “quienes se encuentran desprotegidos porque no existe información de lo que sucede con estas sustancias”.